¡QUE VIVA AMBATO! / Paúl Viteri Albán

Columnistas, Opinión

Esta semana, los ambateños nos preparamos a conmemorar nuestra mayor y más importante celebración, la Fiesta de las Flores y las Frutas, con la que reafirmamos la voluntad, valentía y fortaleza que nos caracteriza para resurgir de la tragedia; y, en especial le ratificamos al mundo entero que a esta noble y pujante San Juan Bautista de Ambato “jamás llegará la mala suerte”.

Recordando las terribles consecuencias físicas y psíquicas que trajo consigo el devastador terremoto del 5 de agosto de 1.949 y la forma enérgica como desde varios entornos de la ciudad, con personajes como Don Héctor Soria López y los miembros del entonces Centro Agrícola de Ambato, se alzaron con especial pasión y delirio para aceptar la desgracia y posterior a esto buscar una respuesta que enaltezca el carácter y esfuerzo del Ambateño.  

Es entonces cuando los ya mencionados el 17 de febrero de 1951, con ideas de agrupaciones artísticas que fueron acopiadas por la Municipalidad de Ambato de aquella época, se dio la primera Fiesta de las Flores y las Frutas, a través de una feria agrícola y pecuaria, además de la organización de eventos de carácter cultural y artístico, que desde aquel momento hasta la actualidad nos ha dado la característica de la celebración más cultural de nuestro país.     

Ambato ciudad jardín del Ecuador, tierra que ostenta el natalicio de los tres juanes Don Juan León Mera el escritor del himno nacional, Don Juan Montalvo escritor y político y Don Juan Benigno Vela escritor y político, todos ellos referentes de cultura y valentía, tú que acoges con la dulzura de una madre a quienes llegamos a amarte, ciudad eternamente pintada y llena de color, acompañada del permanente aroma de flores y frutas.

Ciudad emporio de comercio e industria donde sus hijos a base de trabajo y tenacidad se levantaron de los escombros, ciudad convertida en modelo de desarrollo, colmada de mujeres hermosas y hombres valientes y trabajadores, ciudad bonita donde mis hijos nacieron y a la guapa dueña de mi corazón conocí. 

Hoy Ambato me inclino ante ti y con el corazón henchido de emoción te saludo al celebrar la septuagésima segunda edición de la Fiesta de las Flores y las Frutas, augurando que tanto propios y extraños disfruten de la calidez de esta tierra, que como siempre recibe con los brazos abiertos a quienes la visitan y disfrutan de su cultura, arte y, en especial de sus increíbles manjares.

¡Que viva Ambato!     

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