¿Qué pasó en Estados Unidos? / Esteban Torres Cobo

Columnistas, Opinión

 

 

Nuevamente Estados Unidos no decepciona como espectáculo político. Las recientes elecciones definieron un nuevo panorama de las fuerzas y una nueva era para la administración Trump. De tener control total sobre las dos cámaras, los republicanos controlarán únicamente el poderoso Senado americano. Los demócratas gravitarán en el Congreso y, aunque sin muchos cambios, los dos partidos tendrán sus apoyos para las elecciones presidenciales del 2020 desde las gobernaciones estatales. Salvo algunas sorpresas, el escenario territorial no varía mucho.

 

El nuevo Senado, sin embargo, reúne a políticos republicanos más afines a Trump que los que estaban antes y le permitirá designar a jueces conservadores en todas las judicaturas del país, especialmente en la Corte Suprema donde los jueces más liberales y afines a los demócratas tienen sus años encima. Así, no hay riesgo para su gran legado de dejar en manos conservadoras el control judicial por décadas.

 

¿Qué podrán hacer lo demócratas? Iniciar y complicar las investigaciones contra Trump y hasta intentar una censura por sus escándalos, aunque sin posibilidades de sacar definitivamente del puesto al presidente porque esa decisión pasa en última instancia por el Senado.

 

Lo curioso es que Trump sí tendrá ahora un enemigo público al que culpar por cualquier obstáculo e inacción a su gestión -exitosísima en la económico hasta ahora. Esa contradicción permanente, más aún en una agenda demócrata centrada únicamente en temas como el aborto, el voto de ilegales o demás cuestiones alejadas de los intereses de las grandes mayorías, podría apalancar su reelección y asegurar su victoria. (O)

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