Psicoanálisis del vandalismo / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

El ser humano es un ente biológico, psicológico, social, cultural, genético, espiritual, político y económico; la estabilidad de estos factores o al menos su equilibrio dinámico producirán jóvenes y adultos jóvenes progresistas, proactivos, respetuosos, educados, cultos y psíquicamente estables; sin embargo la descomposición bio-psico-social, la pobreza, analfabetismo, exclusión, desempleo, empuja al joven hacia la protesta social, rebeldía,   violencia, drogadicción, vandalismo, terrorismo y delincuencia organizada.

Actualmente, América Latina se ha convertido en un caldo de cultivo para la proliferación de los gérmenes de violencia especialmente en los jóvenes y particularmente en los adolescentes excluidos por un sistema que ha transitado por el capitalista salvaje, el populismo demagógico, para finalmente desembocar en un laberinto revolucionario.

Entonces la gloriosa Protesta Social se volvió víctima de la delincuencia política organizada, que ha desdibujado el derecho popular a la resistencia y lo ha convertido en actos delictivos planificados y pendencieros; con violentos comportamientos en grupos y en las manifestaciones populares; actos de vandalismo primitivo o manifestaciones dañinas hacia la sociedad.

El Vandalismo no es el simple resultado de la falta de una satisfacción de necesidades, o, una identificación con el agresor o enfrentamiento al poder. Los mecanismos del Vandalismo en la Protesta Social son un evento mucho más complejo que debe ser cortado de raíz, porque puede mutar hacia el terrorismo.

En la Protesta Social desdibujada o Vandalismo no existe la distinción entre violencia y sadismo, en algunas situaciones estos dos fenómenos se superponen.

En la verdadera Protesta Social, en la Protesta de los estudiantes, en el levantamiento de los pueblos ancestrales, en la lucha civilizada de los gremios profesionales existe una consciencia de reivindicación social, resistencia pacífica, intereses superiores, defensa de los más necesitados.

En el Vandalismo parasitario y delincuencial existe el placer en los actos sádicos y crueles, hay disfrute y goce, ligado a la necesidad de poder sobre el otro y en la capacidad de inducir inclementemente un sufrimiento a los demás.

Un pueblo surge cuando exige sus derechos, un pueblo progresa cuando cumple sus deberes, un pueblo se hunde cuando permite que la Protesta Social se contamina y transforma en Vandalismo.

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