Provincialización de Tungurahua y el futuro

El siglo XIX entraba en sus décadas finales siendo uno de los tiempos definitorios para la humanidad en su etapa contemporánea, la fuerza de la industria hacia marchar velozmente a toda la especie, las ciencia dejaban sentado todo lo que hasta hoy determinan las leyes e la naturaleza, el sistema democrático y constitucional se debatía profundamente, en nuestra región el desgarre entre el arcaico manual propositivo conservador luchaba con el pensamiento liberal en todo nuestro continente y esa lucha determinaría las constituciones políticas de nuestros países.
En ese marco el estado ecuatoriano institucionalizó la provincia de Tungurahua, en el seno mismo de La República es verdad que hay vestigios arqueológicos, teorías antropológicas, corrientes históricas de elementos culturales en estas tierras, es verdad que Tungurahua no implica una nacionalidad cultural milenaria, al contrario, nuestro potencial es que dicha identidad cultural esta en formación, lo que nos obliga a tener la mirada únicamente en una dirección, hacia adelante.
Tres elementos deberían rescatarse en este espacio, la sede de la Segunda Constituyente que se realizó en Ambato 1835, presidida por el escritor e intelectual José Joaquín de Olmedo que a su vez encarnaba el fenómeno político de “el civilismo”, esta constitución en hechos prácticos es que la primera que habla del Ecuador como proyecto, d estado nación independiente y soberano. Otro acontecimiento es el terremoto de 1949 que generó sentido de identidad tungurahuense, no pudiendo consolidarse por intereses particulares y falta de liderazgos sólidos. Finalmente, el cambio de siglo la presencia de los dos movimientos sociales propios que tuvieron influencia en varios aspectos, el reconocimiento de distintos y el acercamiento de las identidades. En la actualidad es verdad que la producción y la participación se vuelven ya lugares comunes unidos a un modelo de gestión provincial que no esta acabado ni ha sido objeto de profundas críticas positivas que lo hagan realmente eficiente.
El mundo se encuentra superando la Posmodernidad, avanzando a una etapa nueva de la gnoseología en todas las áreas, los retos de la paz, comercio mundial, innovación rápida, tecnología digital, medio ambiente, diferencias culturales, un Ecuador con profundas contradicciones en su justificación histórica, Tungurahua debe encontrarse para construir en primera instancia su identidad, trazar los retos que el tiempo nos reta y consolidarnos en el planeta, con profunda autocrítica e incansable voluntad.
Tungurahua 165 años. La posibilidad de una nacionalidad en el tiempo futuro. (O)