Prometí luchar hasta detener al asesino

Policiales, Seguridad
Miguel aseguró que está pendiente de la sentencia que decreten los operadores de justicia para el rumano, principal sospechoso de la muerte de sus hijos. (Foto El Heraldo)

Para la familia Chagmana este año y medio ha sido el más doloroso. Han tenido que aprender a cerrar capítulos de la película vivida en carne propia. Un jueves 12 de diciembre del 2019 se enfrentaron con el terror más grande de sus vidas, ver asesinados a sus hijos de 14 y 10 años de edad. El doble crimen ocurrió en el sector El Ollero en la parroquia Pinllo.

Quien lo hizo fue la misma persona a quien el progenitor le brindó la amistad hace tres años, y lo llevó a su casa para que le remodelara la habitación de su pequeña. Ese mismo día en que hicieron el pacto y empezaron los trabajos, por la madrugada encontró a sus retoños dormidos para siempre.

El asesinato fue con saña. Los pequeños fueron torturados, según relató el progenitor. Cree que el hecho fue por robo, ya que después se enteró que quien le arrebató a sus hijos tenía problemas de drogadicción. A más de llevarse la vida de sus hijos, también robó la alcancía de la pequeña.

Jaime, dijo que tenía tres hijos, uno de ellos se salvó. “Nunca imaginé lo que iba hacer. Comimos en mi casa y también es padre de dos hijos. Si lo tuviera frente no sé cómo reaccionaría, pero le preguntaría por qué lo hizo. Mis hijos no merecían morir”, contó entre lágrimas Miguel.

El principal sospechoso del doble asesinato fue extraditado desde Perú la tarde del jueves 3 de junio, lugar desde donde pensaba huir a su país de origen a Rumania. El afectado agradeció todo el apoyo brindado por la Policía, en especial de la Dinased. Recordó que al sujeto el rumano Adrián Secuiu, lo tenían ubicado desde marzo del 2020 que estaba en ese tiempo en Chiclayo, pero como se decretó la emergencia mundial por la pandemia no pudieron traerlo a que pague por sus delitos.

Miguel y su esposa no podían con tanto dolor y para sobrellevar esta dura prueba, tuvieron que acudir a grupos de oraciones y asistencia psicológica. Incluso, Miguel aseguró que cuando se contagió del coronavirus retó a la muerte, pero como se recuperó, entonces les hizo el compromiso a sus hijos que lucharía hasta encontrar a quien les quitó la vida.

Fue a Perú para presionar por la extradición y ahora que el rumano se encuentra en el país quiere que los operadores de justicia le apliquen la máxima pena. Aunque hubiese preferido que en el país exista la cadena perpetúa. (I)

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