Prevengamos delitos tecnológicos / John Tello Jara

Columnistas, Opinión


Como si la pandemia fuera poco, estoy notando un inusual estilo de estafas tecnológicas, aprovechando de parte de malhechores la gran demanda que tenemos en estos días del uso de internet, ya sea por estudio, trabajo, compras o simplemente por distracción.

Ocurre de varias maneras y debemos estar al tanto de cada uno de los sistemas utilizados por ellos para evitarlos, Juan (nombre ficticio) compartía una estrecha amistad con Pedro, un amigo del colegio y se comunicaban por Facebook, unos malandrines tuvieron acceso a datos de Pedro en Estados Unidos y le dijeron a Juan que su amigo estaba  muy enfermo y necesitaban dinero de manera urgente para una operación, el resto es historia.

Al mail de Juan, llegó una página idéntica del que tiene su dinero en un banco de la localidad, indicándole que estaban haciendo una actualización de datos, que llene un cuestionario y entre las preguntas le solicitaban de forma amable que ingrese sus datos personales, la clave de la tarjeta y su numeración correspondiente.

A Juan le llegó un mensaje sobre una empresa que quiere ayudarle en esta crisis y le ofrece un préstamo sin garante, le solicitaron los datos personales, le “aprueban” el crédito de USD 5.000, pero para la entrega del dinero por transferencia electrónica, le indican que debe depositar previamente USD 45,67 para tramites varios.

Una conversación en el Facebook inicia con un saludo cordial de una esbelta chica, quien dice que ha heredado una fortuna en Italia y que desea radicarse en nuestro país, por la paz y tranquilidad que muestra Ecuador, pero que necesita efectivo para comprar el pasaje de avión, ya que el dinero solo puede retirarlo de manera total y no parcial.

La ciencia todos los días nos provee desde la comodidad de nuestra casa, acceder a herramientas para facilitar nuestros estudios, las investigaciones del trabajo, la comunicación con amigos y familiares de otras latitudes; lamentablemente, también pone en el camino a gente inescrupulosa que busca causar daño y es nuestro deber conocer esos esquemas para no caer en sus redes.

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