Por qué esperar la inversión extranjera / Ec. Mg. Diego Proaño

Columnistas, Opinión


Es la pregunta que nos hacemos los ecuatorianos, cuando todo el tiempo nos han vendido la idea, el estereotipo, que únicamente las inversiones que llegan desde el exterior, podrían levantar a nuestra economía. Durante el régimen anterior (2007 – 2017) con una política exterior de inversión extranjera poco cordial, en 2013 que fue el mejor año de recepción de Inversión Extranjera Directa IED, se recibió 1.323 millones de usd. En los años de gestión del actual gobierno y a pesar que la política de atracción hacia la IED ha sido más cordial, con lobbing internacional permanente, misiones diplomáticas y empresariales a varios países a buscar inversión, empero y a pesar de sendos anuncios que ya llegaba miles de millones de dólares en inversión, que ya estaban cientos de empresas extranjeras prestas a traer sus capitales al país, a la hora de la verdad en 2018 que fue el año de mayor captación de inversión extranjera, se llegó a recibir 1.410 millones de USD, apenas el 1,3% del Producto Interno Bruto del país. Sin duda muy lejos de las cifras esperadas. Perú recibe unos 7.500 millones de IED y, Colombia 12.000 millones de IED al año.

En este contexto y con necesidades urgentes de dinamizar la economía nacional desde el sector privado, la pregunta es ¿Qué pasa si no llega la esperada IED?, la respuesta la tenemos casa adentro, porque las actividades productivas que forman parte de la Economía Popular y Solidaria desde el sector Asociativo en forma solidaria o autogestión personal, desde el sector Cooperativo de producción, vivienda, ahorro y crédito, transporte y servicios o, desde el sector Comunitario para la producción, comercialización, distribución y consumo de bienes y servicios auto gestionados y, en complemento con las MiPyMes (micro, pequeñas y medianas empresas), que en Ecuador entre estas y las de economía popular y solidaria representan el 90% de nuestra economía, entonces para que estamos esperando solo la Inversión Extranjera, cuando casa adentro, desde nuestros barrios a través de las tiendas, ferias, ferreterías, panaderías, carpinterías, bazares, peluquerías, farmacias, etc, podemos fortalecer y levantar a la economía de Ecuador.

El gobierno debe re direccionar la política pública en beneficio de estas unidades de producción, fortaleciendo sus capitales con créditos blandos y tasas de interés preferenciales, asistencia técnica, capacitación, subvenciones, apoyo, prioridad en compras públicas, promoción nacional e internacional, de tal manera que no sientan que son únicamente negocios o actividades de sobrevivencia, sino de sostenibilidad y crecimiento personal, familiar, empresarial, en definitiva un aporte fundamental para el crecimiento de la economía del país, para la generación de auto empleo y empleo adecuado para compatriotas, de lucha contra la pobreza y extrema pobreza, de la equidad y solidaridad. Entonces al régimen, empresarios y familias, empecemos apoyando a lo nuestro, lo que tenemos tan cerca, lo que en verdad fortalecerá la economía local, regional y nacional. Es hora de comenzar. (O)


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