Populismo puro y duro / Andrés Jaramillo Torres

Columnistas, Opinión

En este espacio presento algunas de las impresiones que el debate ha dejado sobre el candidato Arauz, exclusivamente sobre su participación en la jornada del sábado 16 de enero del 2021. Advierto al lector, que sus propuestas adolecen, a todas luces, de incoherencia.

Primero, entró de frente haciendo propaganda al correísmo. Evadió, en gran medida, responder lo que se le preguntó y optó por dar respuestas preestablecidas sobre cualquier tema. Abiertamente manifestó su intención de comprar el voto de los ecuatorianos, al establecer que en su primera semana de gobierno repartirá 100 millones de dólares a las familias más pobres del Ecuador, y mencionó que ese dinero lo traería de los recursos ahorrados del Estado en un Banco en Suiza. La pregunta, ¿no sería mejor que ese dinero venga directamente repatriado desde Bélgica? Lo más probable es que ese dinero no vaya a venir ni de Suiza ni de Bélgica, sino del bolsillo, como siempre, del dinero de nosotros, los contribuyentes.

En su discurso se evidencio una muletilla: invocación sistemática al ̈ gobierno transformador ̈ de la época del correísmo. ¡Qué difícil resultó bajar de la nube a los correistas! Siguen creyendo que el gobierno 2007-2017 es lo mejor que le ha pasado al país, ignorando que durante dicho periodo se evidenció un entramado de corrupción sin precedentes en la historia de la República del Ecuador. Dijo además, que  en su gobierno se construirá al país de la misma forma en que en el año 2016 se reconstruyó al país a raíz del terremoto. ¡Vaya cinismo! Las contribuciones solidarias del 2016 se destinaron para fines de la más variada naturaleza por el gobierno, cuando debieron ser exclusivamente destinados a mitigar los daños producto del terremoto.

Manifestó también que no está de acuerdo con el perdón de intereses, multas y recargos tributarios (remisión tributaria),  porque permitió a los grupos económicos más grandes del país beneficiarse a costas del perjuicio al fisco. Sin embargo, no aclaró que el correísmo, en un proyecto de ley económico urgente, instauró esta figura, y en el año 2015,  se llevó a cabo la primera remisión tributaria.

Las ideas del candidato obedecen a un discurso de naturaleza populista. Hace propuestas demagogas, que engañan al pueblo ecuatoriano con el único fin de captar votos. Habla como si en el gobierno de Correa, el Ecuador estuvo a un paso de convertirse en primer mundo, y que votar por él nos encaminará nuevamente. Quienes lo escuchamos críticamente, sabemos que lejos de convertirnos en potencia, sus propuestas nos llevarán a modelos fracasados de Latinoamérica.   (O)

andres.jaramillotorres@gmail.com

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