Políticos tropicales en el norte / Luis Fernando Torres

Columnistas, Opinión

En la más antigua democracia del mundo la actividad política no es muy diferente a la que se practica en democracias como las latinoamericanas y las ibéricas y latinas de Europa. 

Los adversarios de Trump no sólo disfrutaron arrebatándole la presidencia sino que quisieron prohibirle que pueda ser candidato nuevamente. La despierta presidente de la Cámara de Representantes, la inefable Pelosi, llegó a decir que quería arrastrarle de los pelos a Trump, con un brevísimo juicio político.A pesar de haberlo iniciado cuando el magnate todavía ocupaba la Casa Blanca, no puede proseguir por cuanto el acusado ya no es presidente.

Existe una regla judicial en Estados Unidos según la cual no se puede procesar políticamente a quien no puede defenderse políticamente. En Ecuador no es así. Al que se queda sin cargo, los enemigos no descansan hasta inhabilitarlo. 

El ingreso de la gente  al Capitolio, para un ecuatoriano no constituye ninguna novedad. Cuántas veces la gente ha ingresado al Congreso o a la Asamblea! En las protestas de octubre de 2019 los manifestantes hicieron una celebración en el salón de sesiones de la Asamblea.

De los políticos estadounidenses es muy poco o nada lo que pueden aprender los políticos ecuatorianos. De quienes todavía se pueden obtener enseñanzas valiosas es de los jueces del más alto tribunal, que, con sentencias magistralmente elaboradas, protegen los derechos de la gente y mantienen a raya a los gobiernos. 

La política tropical con la que se denostaba a la actividad política en Latinoamérica ahora se la practica en las democracias del norte, como se ha visto en Estados Unidos, y no se diga en España, Italia y Francia. Curiosamente, los políticos portugueses han demostrado, en los años recientes, que son capaces de hacer política con otro estilo. 

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