Párroco no tuvo nada que ver con cadáver

Policiales, Seguridad
La parroquia de Juan Benigno Vela retorna a la calma luego del mal entendido en torno al cadáver que procedía de Durán y que no ingresó a este terruño. (Foto ilustrativa El Heraldo)
 

El padre Carmelo Guanín es párroco de Juan Benigno Vela y comenta que al medio día del cuatro de abril se le acercaron unas personas de Santa Rosa y le indicaron que querían dar sepultura al cuerpo de una persona de sexo femenino que había fallecido en Durán y que ya estaba en camino para ser enterrada en la citada parroquia.

En esas circunstancias, el párroco les indicó a los familiares de la occisa que como sacerdote no podía autorizar aquello, porque no es su competencia debido a la emergencia sanitaria que rige en el país; por lo tanto, el religioso consideraba que quien debía dar la autorización era el presidente de la Junta Parroquial de Juan B. Vela porque, además, es miembro del COE. El compromiso fue que si el presidente del GAD autorizaba entonces el sacerdote podría también autorizar que se brinde sepultura en el cementerio local.

El sacerdote llamó a monseñor quien le sugirió que se contacte con las autoridades competentes del caso. El sacerdote esperó el pronunciamiento del presidente del GAD Parroquial de Juan B. Vela, Francisco Pacari, quien estaba en una reunión y no podía dar una contestación en ese momento.

Fue cuando los familiares de la persona fallecida interpretaron que el sacerdote no deseaba darles permiso a sepultar a la señora, siendo aclarado por el religioso que él debía poner en conocimiento y aprobación del presidente del GAD parroquial y luego de eso proceder de acuerdo a su competencia.

Según Francisco Pacari, presidente del GAD Parroquial de Juan B. Vela, dijo que como autoridad no estuvo de acuerdo en que el cadáver llegara a la parroquia por seguridad,  ya que en el certificado de defunción se especificaba que el fallecimiento fue por causa  del  ‘paro respiratorio  e insuficiencia respiratoria aguda, neumonía debido a otros virus’. Esta decisión estuvo también respaldada por los cabildos.

El presidente del GAD parroquial, el párroco y la Policía llamaron al ECU 911 e informaron de los sucesos y que detengan el vehículo con el cadáver donde éste ya se encuentre, siendo a la altura de Mocha. Al final el cuerpo fue llevado a la Forense para el trámite respectivo.

El párroco agradeció el respaldo de las autoridades, ya que como sacerdote debió estar hasta las dos de la madrugada del cuatro de abril explicando a las personas que se congregaron con palos y que estaban desinformados, porque pensaban que era él como párroco quien supuestamente no dejó ingresar el cuerpo a Juan Benigno Vela para la sepultura, situación que fue aclarada y que no tuvo nada que ver con ese tema. En estas circunstancias se contó con la presencia y resguardo policial. 

También fue lamentable que algunas personas crearan un grupo en WhatsApp para dar criterios equivocados en torno al religioso, pero ventajosamente se dejó en claro que no fueron así las cosas y el sacerdote sólo actuó de acuerdo a su competencia y  con transparencia. (I)

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