Los exuberantes huertos que existían en la ciudad / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión

Desde muchos años atrás, nuestra ciudad, ha recibido varios elogios, de ilustres visitantes, en lo que se refiere a sus exuberantes, espaciosos y pintorescos huertos que habían en la pequeña y agradable población.

El escritor y viajero alemán Hans Meyer, visitó el Ecuador en 1.903, cuando conoció Ambato, hizo el siguiente comentario «Ambato es una pequeña pero activa ciudad; esta en el valle del mismo nombre y completamente rodeada de huertos y jardines, pero especialmente en la parte baja y que mira hacia el río; allí es posible encontrar frutas a través de todo el año».

El botánico alemán Ludwing Diels, en 1.933, cuando comentó sobre la ciudad de Ambato, manifestó » Ambato sin embargo de ser pequeña es una linda activísima ciudad. Lo único malo para el futuro de Ambato es que su crecimiento perjudicará a los frutales que la circundan. Ustedes deben hacer algo y luchar para que laciudad crezca hacia los lados oriental y sur, para que eso no destruyan las hermosas huertas y jardines de las riveras del río Ambato; estas playas rivereñas deben conservar tal cual, para mostrar no solamente el paisaje, sino también la pureza del ambiente». Lastimosamente nosotros no seguimos ese sabio consejo y hoy estan completamentes destruídos.

En la década de 1.940, salíamos con varios compañeros del Colegio Nacional Bolívar, a «frutear» que no era otra cosa que apropiarse de los frutos ajenos, que abundantemente sobrepasaban los tapiales de las propiedades, de los barrios Miraflores, El Sueño y, especialmente, Ficoa donde el área frutal se dilataba por un amplo espacio.

En esos exuberantes huertos, se admiraban los bien cuidados árboles frutales de duraznos, albaricoques, membrillos, peras, guaytambos, capulíes, nueces, claudias, mirabeles, higos y otros, que oiginaban coloridos huertos que se destacaban en medio del intenso verdor del campo.

Los inumerables huertos de multicolores y delicados frutos, formaban un emporio frutal encantador. Varios senderos cruzaban por su entorno, lo que facilitaba la cosecha. Los huertos de Ficoa, gozaban de mucha fama, por sus ricos y fragantes frutos.

También, presentaban una gran variedad de árboles frutales con ramas que se inclinaban por el peso de su abundantes frutos, hasta topar el suelo fértil de su tierra generosa. Era algo fascinante y hermoso, comtemplar ese maravilloso paisaje.

Lo más abundante, era la producción de guaytambos, nombre que sirvió para identificarnos a todos los ambateños, con ese apelativo, por ser agradables y llenos de dulzura. (O)

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