Nizag: Su vida y sus leyendas / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión

Nizag es una comunidad aborigen, que se encuentra en la parroquia de Sibambe, del cantón Alausí, de la provincia de Chimborazo. La conocimos, desde hace muchos años atrás, cuando el ferrocarril Guayaquil Quito, viajaba regularmente entre las dos ciudades, con los trenes denominados directo y mixto. 

Su territorio esta comprendido, entre las altitudes de 1.800 a 3.200 netros; por lo que posee, un relieve irregular y una vegetación variada, desde los bosques secos y nublados, hasta los páramos llenos de pajonales. En este entorno, viven dedicados al pastoreo, a la elaboración de tejidos y a actividades relacionadas con el turismo. 

Para la elaboración textil, utilizan como materia prima la cabuya, de la que hacen hilos que luego son tejidos por las mujeres a mano, para posteriormente dar forma a las shigras, que sirven como bolsos; son de varios tamaños y de colores muy llamativos. Pero la fibra textil preferida, para confeccionar ropa es la lana de borrego, a pesar que los hombres ya no usan el ancestral poncho rojo y el pantalón blanco; pero las mujeres mantienen su vestido tradicional, en el que resaltan los colores intensos. 

Los datos que sirvieron, para escribir este artículo, fueron tomados del Centro de Información, que existe en la estación de Sibambe, ubicada en las faldas del cerro La Nariz del Diablo, donde encontramos las siguientes leyendas que transcribimos. 

«Amor de Montañas. Antes El Chimborazo era como hombre blanco; tenía cabeza clara, ojos blancos, cara colorada, poncho azul, gordo. El otro cerro hombre era El Altar y había dos cerros mujeres mama Tungurahua y mama Isabel, El Sangay. Cada cerro tenía su mujer, pero se quitaban entre ellos. La mujer del Chimborazo es Tungurahua y la del Altar es isabel. El Chimborazo tuvo relaciones con Isabel a escondidas del Altar y éste tuvo relaciones a escondidas con la Tungurahua, para no quedarse atrás. El taita Chimborazo era rico y El Altar pobre. El Chimborazo, como era grande y rico, se hizo dueño de las dos y peleó con El Altar; cogió un palo, le dio garrotazos en la espalda y le ganó, y por eso El Altar es roto, perdió la mujer y quedó enfermo». 

«La Leyenda del Tesoro de los lncas» Se cuenta que la montaña Shunti, en la parroquia de Sibambe, esta encantada. Tiene una puerta por donde se penetra al tesoro de los incas, el tesoro que Rumiñahui escondió de los españoles. Este tesoro esta cerca de Candor Puñiuna. Es la gente de Nizag su guardiana».  (O)

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