Niños de hogares disfuncionales reciben cariño

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Las personas que ingresan a la Fundación Proyecto Don Bosco reciben educación, salud, alimentación y cariño con el equipo multidisciplinario. (Foto El Heraldo)

 

La situación de riesgo que viven niños determina una de las razones para que la Fundación Proyecto Don Bosco los acoja. Son referidos con medida de acogimiento por la Fiscalía o consejos cantonales de Protección de Derechos. Allí permanecen mientas en sus familias inician procesos integrales que permitan en el futuro garantizar la reinserción.

Al momento en la casa de acogida se encuentran cuatro varones y 18 mujeres que reciben techo, alimentación, refuerzo escolar y cariño. Se cuenta con el apoyo de cuatro tutores que son psicólogos educativos y licenciados en Ciencias de la Educación, explicó el tutor de la fundación, David Pazmiño.

Bajo la modalidad de acogimiento, lo reglamentario es permanecer seis meses, pero como el tiempo es reducido para desarrollar el trabajo integral con la familia, entonces los niños permanecen el año, siempre y cuando la parentela brinde las garantías necesarias para la reinserción de la persona en acogimiento, caso contrario, seguirán en la fundación hasta máximo tres años.

Cuando pasa el tiempo y cumplen 18 años la medida de acogimiento termina. “Buscamos que estas personas visualicen el nuevo futuro en sus vidas cuando salgan de la institución”, agregó el tutor.

El acompañamiento diario de 08:30 a 17:00 horas a los alumnos efectúa el tutor Daniel Romero, quien brinda su aporte profesional para crear hábitos de estudio y también se preocupa de la salud de los niños cuando lo requieren. El trabajo es coordinado y con amor, agregó el profesional. Esta obra social recibe el apoyo interinstitucional del MIES y el Gadma. (I)

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