Neofármaco, empresa con futuro / Wagner Abril F.

Columnistas, Opinión

La moderna “aldea global” vive cada día un mundo diferente. Vertiginosos avances de ciencia, tecnología e innovación han revolucionado los escenarios de la economía, política, sociedad y cultura. 

Los complejos desafíos son mayores para Ecuador y más aún para sus empresas. Hoy, los estragos económicos de la pandemia aumentan con exigencias derivadas de acuerdos con organismos internacionales. El país tendría según reciente estudio técnico, un lento crecimiento anual del 2.4% para el periodo 2021-2025. Así, el próximo gobierno deberá formular políticas cuidadosas para enfrentar el contexto internacional adverso, dando respuestas concretas a crecientes demandas sociales en salud, empleo y educación.

Estas cifras negativas, incluyendo las de pobreza y desempleo, no reflejan dramas en calles y familias.  Sí describen la trascendencia especial que tendrán nuestras empresas para solucionarlas con bienes y servicios necesarios para la sociedad, al tiempo que dan trabajo. En las batallas por los mercados nacionales y globalizados, volátiles, inciertos, ambiguos y complejos, combaten 884 mil unidades productivas con mayor porcentaje de MiPyMEs. Ochenta por ciento de medianos y pequeños emprendimientos no sobreviven dos años, según informes especializados. 

El presente y futuro del Ecuador y América Latina estará marcado por inversionistas, empresas, trabajadores con cada vez mayor especialización, enfocados en uso racional de recursos naturales y combate del desafío mayor: calentamiento global

Por esto, valoro en alto grado a hombres visionarios con capacidad y fortaleza necesarias para convertir un sueño en organización que sirve a la comunidad. Reconocimiento mayor cuando su trabajo se concretó en industria que ha superado el medio siglo de prolífica existencia. Mi plausible ejemplo es Laboratorio NEOFARMACO, forjado con espíritu tenaz y creativo de Rodrigo Peña Pazmiño que transformó, junto a su esposa, Sylvia Ortega, el trabajo manual en firma de alta tecnología y producción diversificada.  

Sus múltiples facetas como especialista investigador en la industria farmacéutica se complementaron con brillantez en la docencia y dirigencia gremial. Rodrigo Peña ha dejado sólida herencia de trabajo en la acreditada industria ambateña, marcada con impronta de humanismo y credibilidad en trabajo y talento de sus colaboradores. El resultado exitoso alcanzado en 53 años de trabajo asegura mayores logros en el futuro.  (O)

FIN.

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