Nada más que seres humanos / Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión

Lo primero que los contertulios del café ponen sobre la mesa es el fallecimiento de Ramón, gran amigo, persona inmejorable. 

“Pero si hace poco nomás estuve en una reunión familiar con él, estaba relativamente bien”. Todos manifestábamos nuestro pensar. 

“ Tengo temor de abrir las páginas de partes mortuorios.”

Cada uno expresa, a salto de mata, su desahogo sobre los ineludibles de moles de la vida. 

Carlos relata. “ un médico me enseñó a sacar provecho emocional de las amistades. Cuando veo una persona muy estimada cruzar la calle, mi reacción es instantánea,¡ Que bien se ve lucho! ¡Que guapa luce Yolanda, pese a sus años!” Siento profunda satisfacción ver a los amigos, a los parientes, disfrutando de buena salud. Doy unos pasos más y termino con un pensamiento de viva voz ¡y qué bien me siento yo también.!”

Algunos marchantes lanzan miradas raras, murmura, “ hablando solo como loco “. Juan comenta un dato de prensa. “ que les parece, Rafael Nadal, el tenista español, tiene un reloj que le costó $370,000Dólares. “ la sorpresa es mayúscula,? Cómo será, pues, un reloj de $370,000?¿Habrá dentro del reloj un departamento de tres dormitorios con garaje y todo, como el que tiene los millonarios en Samborondón? Si no cómo se explica el precio. El exceso de dinero desquicia quienes buscan notoriedad ilimitada en el materialismo. El filósofo George Santayana que se califica así mismo como materialista, discurre: “Nuestro perjuicio contra la filosofía materialista es la aprehensión de quien mira desde afuera. Hay un sobresalto y una alegría, una totalidad de sentimientos en estos que se llama materialismo, que no alcanzamos, por lo común a verlo por entero. El verdadero materialista de siempre, Como Demócrito, el filósofo riente.

Somos nosotros, los materialistas involuntarios que aspiramos al espiritualismo pero vivimos una egoísta vida material.”

Seguramente el reloj del tenista Nadal dará la hora exacta y la fecha exacta;¿Qué más puede dar? Mi reloj, de $40, me prestan los mismos servicios desde hace ocho años.

Si por un golpe de suerte me sacara la lotería ¿deberia comprarme un reloj de diez mil dólares , o por lo menos uno de mil dólares; un trescientos setentavo del  Reloj de Nadal?

¡Temblor, temblor!… ¡Madre del creador!

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