Modificación de restricciones para diciembre en Ambato/ Juan Diego Valdivieso Rowland

Columnistas, Opinión

El Municipio de Ambato escuchó el clamor de miles de comerciantes y dueños de negocios de comida, cafeterías y otros establecimientos, que pedían una revisión a la absurda decisión de restringir la circulación vehicular desde las 21:00.

Parece que el alcalde de Ambato pensó que el Covid-19 tenía que irse a dormir temprano cada noche. ¿Qué implicó esta decisión inicial sin sentido? La virtual quiebra de negocios en diciembre, un mes que se esperaba que fuera de reactivación económica; la anulación de eventos, planeados con anticipación y que tuvieron que ser suspendidos; el pesimismo entre los comerciantes, que ya se daban por vencidos, pensando que deben cerrar sus negocios a las 20:30.

La lista es larga y las expectativas son altas, en un mes en el que la Navidad y el Año Nuevo, podrían aliviar un poco la deprimida economía que, por la pandemia, tiene sus cifras en rojo.

Es bueno que la autoridad municipal haya revertido semejante restricción vehicular, que ponía en aprietos a todos. Cada noche, a las 20:30 los efectos negativos de esta decisión se dejaban ver. En primer lugar, los conductores que tenían que pisar el acelerador, irrespetando los límites de velocidad y alimentando a las multas de los foto radares.

En segundo lugar, los accidentes de tránsito que ocurrieron debido a los conductores que estaban estresados por llegar a casa. También estaban los semblantes tristes de los propietarios de bares, cafeterías, restaurantes y otros negocios, que debían cerrar muy temprano y contabilizar el lucro cesante por la pérdida en ventas.

Igualmente, los que se pasaban cinco minutos de las 21:00 y veían a los agentes de tránsito, más ágiles que nunca, con las plataformas listas para llevarse los vehículos.

El Covid-19 enferma y mata a mucha gente. Eso es cierto. Por ello aprovecho para expresar mi más sentido pésame a los familiares de quienes han perdido a sus seres queridos por culpa del virus. Sin embargo, no sé qué afecte más a largo plazo: ¿El virus o el hambre, la pobreza, el desempleo, la delincuencia y los suicidios?

Es necesario hacernos esta reflexión. (O)

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