Memoria de nuestra elección baustismal
La imagen de Santo Domingo, el predicador, yace imponente y con mirada serena para recordar que el espíritu de Dios mora en cada corazón y que Jesús hizo su entrada triunfal en lo más profundo del ser humano. (Foto El Heraldo)
Luego de que los feligreses han preparado el corazón desde el principio de la Cuaresma con obras de penitencia y caridad llega el inicio de la celebración del misterio pascual de Jesús, quien hizo su entrada en Jerusalén para consumar dicho misterio.
El Papa Francisco sostiene que “el Rey de la Gloria entra en su ciudad, montado en un asno. No conquista a la hija de Sión, figura de su iglesia, ni por la astucia ni por la violencia, sino por la humildad que da testimonio de la verdad. Por eso los súbditos de su Reino, aquel día fueron los niños y los pobres de Dios”, que aclamaban como los ángeles lo anunciaron a los pastores diciendo “Bendito el que viene en nombre del Señor”, ha sido recogida por la Iglesia en el Sanctus de la liturgia eucarística para introducir al memorial de la Pascua del Señor. Este tiempo de emergencia sanitaria y religiosidad invita a ser más solidarios y humildes frente a los desafíos actuales. (I)
