Me olvidé de vivir / John Tello Jara

Columnistas, Opinión


Evoco una canción muy conocida del cantante español Julio Iglesias, en la cual hace referencia al tiempo que dedicamos los seres humanos a tratar de ser siempre los primeros y vivimos desenfrenadamente por cumplir objetivos, que por lo general se relacionan a mejorar nuestra profesión y conseguir estabilidad económica.

Quiero ser en todo el primero, pero me “olvido de vivir” los pequeños detalles, sin darme cuenta que la vida se vive un momento; cuantas veces tenemos 20 o 30 años, cuantas veces pasamos por la Escuela, Colegio (hoy unidades educativas), Universidad? Una sola ocasión, en un solo momento de nuestra existencia, en una edad determinada, estas épocas, por más que queramos volverlas a vivir, no es posible, porque obedecen a una época.

Por lo general al empresario le indican los acápites de la producción, costos, ventas, del talento humano, tecnología u otros, pero no le dan importancia, a la vida que debe tener en ámbitos, sociales, familiares y más que todos espirituales.

Como que nos mentalizamos con nuestro tiempo, capital, esfuerzo, dedicación y esmero, a la búsqueda de dinero y cuando lo conseguimos nos damos cuenta que en muchas ocasiones hemos perdido familia, cónyuge o hijos, incluso cuando deseamos recuperarlos el tiempo se encarga de ponerles en otro espacio, con otra expectativa.

Al iniciar este 2020 nuestro compromiso en buscar el éxito, pero entendiendo claramente su significado, el dinero es importante pero no es determinante, el objetivo final es ser feliz, compartir tiempo de calidad con la familia, recordar momentos que pasamos con nuestros amigos de juventud, de barrio, acercarnos en cada momento a nuestro creador, es increíble el poder de la oración en la búsqueda de toda clase de objetivos, entregar productos de calidad, realizar de forma permanente  un buen trabajo, “sin tinta media”, debemos comprometernos en hacer bien las cosas para nuestro deleite y el de los consumidores.

Debemos ganarle tiempo al tiempo, no jugar con los sentimientos, nunca ocultar la verdad con mentiras, apreciar la naturaleza, cuidarla para que sea nuestro legado a nosotros y a las futuras generaciones, además, vivamos la vida con responsabilidad haciendo uso frecuente de la práctica de valores. (O)

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