Matrimonio homosexual: fraude constitucional / Esteban Torres Cobo

Columnistas, Opinión



Con la sentencia de la Corte Constitucional aprobada por cinco magistrados respecto del matrimonio homosexual se configuró el más reciente y peligroso fraude constitucional. Lesivo para la institucionalidad y la estructura fundamental del Estado ecuatoriano que, abriendo esta ventana interpretativa, destruye la Constitución misma y la sujeción de todos los poderes a ella.

Cinco jueces de la Corte ejercieron como legisladores, constituyentes, pueblo consultado y como intérpretes supraconstitucionales. Cuatro respetaron la Constitución y, aunque fueron minoría, con su Voto Salvado dieron una magistral clase de derecho y de respeto constitucional a los cinco activistas judiciales de izquierda.

El razonamiento y la alerta del Dr. Hernán Salgado Pesantes, jurista preclaro y presidente la Corte fue, aunque sea fuera de la minoría, la mayoría moral y la brújula legal que no podía faltar.

Los cambios a la Constitución se los hace siguiendo las pautas democráticas insertas en la Carta Magna, no a escondidas de los ecuatorianos y con tapetazos propios de los excesos jurisprudenciales alumbrados por una clara agenda de la izquierda política.

La agenda de la izquierda no va a parar. Y sus activistas descubrieron que con sentencias reemplazarán a las Consultas Populares y a la democracia.

Ya lo han dicho: viene la niñez transgénero y la posibilidad de que un menor de edad reciba tratamientos hormonales financiados por el Estado (esto se encuentra ya en el Código de la Salud que discute la Asamblea este momento), la eutanasia libre, las drogas libres y el aborto libre.

Eso se sabía posible desde que se aprobó la Constitución de Montecristi en el 2008 pero pocos esperábamos que la Corte finalmente dé el paso hacia el activismo descontrolado. La gran inquietud: ¿quién controla al controlador?

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