Manejar el miedo para asumir la nueva normalidad / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



Después de más sesenta días de confinamiento, hemos empezado a proyectarnos hacia lo que sería la nueva normalidad y por supuesto todo lo nuevo nos provoca temor ante un futuro incierto.

Una pandemia de características tan fuertes como la que hoy sufrimos genera una gran variedad de sentimientos, no siempre fáciles de resolver. Las preocupaciones económicas, el mantenimiento de la propia salud y de quienes están junto a nosotros, así como tantos otros aspectos de la vida cotidiana, son razones suficientes para sentir miedo.

Sin embargo, cabe indispensable recordar que todo miedo puede ser vencido y aunque no siempre sea fácil lograrlo, precisamente por las múltiples formas que asume en cada individuo, hay algunos elementos de carácter práctico que se puede tener en cuenta para superarlo.

Lo primero es conocer o recordar qué es el miedo y cómo funciona.

En uno de los artículos de Patricia Cochón publicado en la revista digital Esfinge de gran prestigio en el viejo continente, se define al miedo como “un estado de angustia provocado por un riesgo o daño real o imaginario”, es decir que el miedo es una sensación que se activa ante un determinado peligro y en tales circunstancias el cuerpo se une con la mente con un fin primordial: la supervivencia del individuo.

Cuando nuestra conciencia ve o se da cuenta de un peligro, lo que hace de manera instintiva es activar el miedo como mecanismo de defensa, poniendo en marcha de forma inmediata la necesidad inminente de huida.

En todo caso, no siempre el miedo tiene consecuencias negativas, pues al ser un mecanismo natural le permite al individuo actuar con las precauciones necesarias antes de tomar determinados riesgos. De ahí que no cabe desechar el miedo, pues nos lleva a ser previsivos.

Pero también está su otra forma insana y extrema transformada en pánico. Este es un temor sin fundamento, en el cual nos volvemos nuestros propios enemigos al punto en que si por ejemplo hay un incendio podemos simplemente saltar por la ventana sin pensar en las consecuencias.

En estos casos, lo que sucede es que agrandamos el peligro a tal dimensión que terminamos sintiéndonos impotentes frente él paralizándonos o, por el contrario, actuando descontroladamente. A esta clase de temores simplemente hay que frenarlos y vencerlos.

La gente por miedo puede llegar a perder la vida demasiado pronto y en situaciones de pandemia como la que estamos viviendo, esto lamentablemente puede convertirse en realidad.

El miedo es propio de la condición humana, no sentirlo es muestra de inconciencia. Por ello lo más importante es aprender a convivir con él, entendiendo que cumple un rol importante en nuestra vida, aunque debamos controlarlo en sus excesos con la fuerza de la voluntad.

Se alimenta de la ignorancia, así que conviene estar debidamente informados, pero también gracias a él nos mantendremos más alertas y cuidadosos. Si aprendemos a manejar nuestros miedos, asumiremos de mejor manera la nueva normalidad. (O)

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