Luto, dolor y miedo en Alausí
En Alausí no han podido dormir desde la noche del domingo 26 de marzo en que ocurrió el deslave que dejó sumido en dolor, desesperación y miedo a sus habitantes.
La crónica de una muerte anunciada es lo que se vive en el cantón de Chimborazo. Hasta el lunes 27 de marzo la Secretaría de Gestión de Riesgos reportó 500 personas afectadas, 16 fallecidas, 7 desaparecidos, 22 damnificados, 16 personas heridas y el 25 % de bienes públicos afectados.
Pero no es una cifra oficial. Todavía los rescatistas no se atreven a especificar un número real de víctimas. Pero esta tragedia era lo que tanto temían en el cantón y por eso alertaron desde diciembre del 2022 de una falla geológica que estaba afectando a 247 hectáreas.
Las acciones de prevención no se tomaron a tiempo y a las 21:00 horas del domingo el cerro se derrumbó y quedaron sepultadas casas en unos cinco barrios del cantón.
Nuevo Alausí y Causal fueron las zonas más afectadas por el deslizamiento. Mercedes Sagñay, una de las sobrevivientes del barrio, junto con otras de sus familiares, mencionaron que el estruendo fue tan fuerte que pensaron que el cielo se caía.
“Es demasiado doloroso ver como siguen rescatando a nuestros amigos y vecinos de toda la vida. No sabemos qué más pueda suceder en el cantón. Nosotros salimos temprano, presentimos que algo malo podía pasar y en la noche sentimos el temblor y se observó como la montaña cubrió todo. La gente que se quedó no tuvo tiempo de salir”, mencionó Carlos Morocho, otro de los sobrevivientes. (I)
