Los Honoris Causa de Rafael /Mario Fernando Barona

Columnistas, Opinión

 

El otro día un correísta acérrimo me contó orgulloso los “logros” que sigue alcanzando Rafael Correa en suelo extranjero aún sin ser presidente, a propósito del último doctorado Honoris Causa entregado por la Universidad de Rosario – Argentina el pasado 20 de marzo. Me enseñó un video en las redes sociales en el que se aprecia a la gente aplaudiendo emocionada mientras Correa camina a recibir su décimo séptimo doctorado Honoris Causa. Y efectivamente, la gente que asiste al acto recibe de pie al galardonado sin parar de agitar fervientemente sus palmas con tanta emotividad que mientras lo hacen elevan sus brazos hasta llegar a tapar sus propios rostros, e incluso más alto, y a los que sí se les ve, muestran una sonrisa tan amplia y radiante que pareciera que fueran sus propios hijos quienes van a recibir la distinción.

“Mira, me dijo. ¿Cómo explicas que incluso afuera lo quieran y aprecien tanto que ya va por su doctorado número 17? Eso no entregan a cualquiera -continuó- las mejores universidades del mundo lo han distinguido con honoris causa, ningún otro presidente ecuatoriano ha llegado tan alto.” Palabras más, palabras menos, ese fue el sentido.

Mira, le dije. Primero, no me sorprende que la gente enceguecida por el fanatismo ideológico o la ignorancia no quiera ver lo evidente. ¿Has visto cómo los ciudadanos de Corea del Norte idolatran y veneran a su líder comunista Kim Jong-un (también a su padre y a su abuelo en su momento) al punto de llorar histéricamente por solo verlos pasar? Correa tiene que responderle a la justicia ecuatoriana por incontables actos en los que permitió una corrupción grosera y galopante de sus más cercanos colaboradores, abusos de poder, violaciones a los DDHH, manejo irresponsable de la economía, uso discrecional de la Constitución y las Leyes y una docena de casos más que a lo largo de diez años los hemos venido detallando.

Segundo. ¿Cómo explicas tú -le dije- que un político populista como Correa tenga más Honoris Causa que, por ejemplo Einstein (10), Hawking (12), Neruda (2) o Mistral (6)? Simple, le respondí: su delirio narcisista lucha con su egolatría para juntas terminar enfrentadas en un rancio complejo de superioridad.

Tercero. Ya dejen de mentirle a la gente y de engañarse ustedes mismos, le espeté. Es totalmente falso que “las universidades más prestigiosas del mundo” como tú sostienes, le hayan dado ni medio doctorado a Correa, de hecho, jamás le han tomado en cuenta para nada (y le enumeré una por una el top ten de las universidades más prestigiosas del mundo). Ninguna de las universidades con las que la diplomacia a su servicio gestionó todas esas distinciones está siquiera cerca de las “más prestigiosas”, todo lo contrario, muchas son de tercera y cuarta categoría (le enumeré también las universidades de las que ha recibido los doctorados). Sin embargo, más hace la vanidad que la razón, ¿verdad?, terminé señalando. Pero como todo buen correísta, sin argumento y totalmente perdido, siguió discutiendo. Me retiré. (O)

 

Mail: mariofernandobarona@gmail.com

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