Los emprendedores y sus calificaciones escolares / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

En el 2019 se registraron 4´385.168 estudiantes de todos los niveles en el Ecuador, tanto profesores como padres de familia se comprometen en la correcta formación de niños y jóvenes y, buscan que obtengan altas calificaciones; sin embargo, existe un estudio del periodista inglés John Haltiwanger, quien indica que, no necesariamente las altas calificaciones implica que lleguen a ser buenos empresarios.

Tengo ex compañeros de la escuela, colegio y universidad y en cierto modo, ratifico esta hipótesis; analizando un poco la situación de antaño, me doy cuenta que los chicos de aquel tiempo “corrían riesgos”, algunos compañeros incluso se “pereaban” y les gustaba ir de paseo por citar como ejemplo, a Baños, llevaban productos, los vendían en el mercado y tenían para pasar el día.

Posiblemente no sacaban altas calificaciones, pero se aventuraban y se apasionaban por el diario vivir, algunos de ellos han triunfado en el mundo empresarial, el hecho de poder socializar con mucha gente desde aquel entonces, les permitió tener confianza en sí mismo y poder liderar ciertos temas.

Los buenos estudiantes se caracterizan por llegar a una calificación que es orgullo de sí mismo y de la familia, pero considero que también se debería calificar la creatividad y el análisis crítico de la realidad.

Por ejemplo, 3 tomates mas 2 tomates, dan como resultado 5 tomates, es verdad; pero, que se puede hacer con este producto? un jugo, mermelada, mezclarlo con ají, tajitas y degustarlo con panela, enlatarlos y venderlos en otras provincias, licuarlos con cascara para combatir el resfrío u otros.

Las alternativas de uso y la crítica a un resultado es lo que forma al emprendedor, al margen de errores que sin lugar a duda se cometerá desde un inicio. No se trata de que los estudiantes saquen bajas calificaciones, sino que conozcan el mundo real, que no luchen solo por un 10/10, y que más bien vean la forma de aplicar los resultados en mención.

No deje de lado la capacidad de liderar que tienen muchos estudiantes, que, por su naturaleza, tienen la potestad de rodearse de buenos estudiantes e incluso dirigirlos. (O)

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