LA VIDA CAMBIA / Edison Narváez Z

Columnistas, Opinión

Cuando éramos niños, nos inquietaba la idea de descubrir, explorar y aprender;  la imaginación era uno de nuestros grandes tesoros  y empezaba a desarrollarse nuestra capacidad creativa. Sin embargo el sistema social y educativo en el cual nos desenvolvemos nos va amoldando a ciertos patrones establecidos y de a poco, a medida que vamos creciendo dejamos de ser creativos; adoptamos un pensamiento convergente y abandonamos la idea de tener pensamientos divergentes.

Los niños improvisan y no tienen miedo a equivocarse, pero los adultos condenamos el error, lo agraviamos en la escuela, y ésta triste historia ha dado paso a la generación de comportamientos más rígidos e inflexibles en las personas…..Los seres humanos de a poco vamos perdiendo nuestras capacidades creativas.

La creatividad nos ayuda a ver la vida de diferente manera,
los creativos encuentran algo diferente, en donde todo el mundo ve siempre lo mismo; no se trata de ser inventor o genio, significa sobrevivir con ingenio a las situaciones adversas, pero ser creativo también significa tener sueños, tener ilusiones….  ¡Entonces la vida cambia!.

Si reflexionamos la velocidad con la que ocurren los cambios en el contexto social, político y económico,  evidenciaremos que la misma se ha incrementado vertiginosamente, en este sentido el conocimiento se hace obsoleto, porque es sustituido continuamente por nuevos conceptos y tendencias. Dentro de este contexto, personas y organizaciones que no consigan adaptarse a los cambios, quedarán fuera del mercado.  Dormirse en el sueño de glorias pasadas, nos puede conducir a un despertar lleno de pesadillas, con modelos y normas desconocidas para las cuales no estamos preparados.

En el escenario compulsivo en el cual nos ha tocado vivir no es suficiente tener objetivos definidos, es imperativo asumir una actitud innovadora, convencernos que los mismos problemas de siempre se pueden resolver de un modo diferente, sencillo y  mejor.

El pensamiento es el recurso máximo del ser humano. Sin embargo, las personas estamos acostumbradas a tener una visión limitada de lo que puede alcanzar nuestro pensamiento; generalmente creemos que el objetivo de pensar es probar que tenemos razón, y este es un error que a menudo se observa en los diferentes segmentos de la población. Ciertamente la vida cambia y debemos estar preparados para ello.

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