La papa sobre oferta y tecnología /John Tello Jara

Columnistas, Opinión

 

La ley de la oferta considera que ante la sobreproducción de algún producto su precio tiende a reducirse, situación que perjudica al productor ya que este debe “sacar” costos de la materia prima, insumos, renta del terreno, pago a trabajadores, cuidar a las plantaciones de las enfermedades, heladas, pagar el transporte a los mercados y además obtener una utilidad para cumplir los costos financieros, asimismo debemos enfatizar que muchas veces la utilidad de la producción no se dirige al productor, sino a los intermediarios o comerciantes, los cuales buscan el momento oportuno para llevar gran parte de la ganancia.

Pero por qué se llega a la sobreproducción? Podemos enunciar que la oferta se amplía cuando muchos campos se destinan al producto (en el 2016 se sembraron 32.742 Ha), además basados en la tecnología se puede ampliar la productividad, por ejemplo, en el 2014 teníamos 12,68 toneladas por hectárea al año y gracias a las semillas certificadas de alta genética, el rendimiento ha llegado hasta 24,9; recordemos que la producción de la papa dinamiza el trabajo de 80.000 campesinos y una reducción en su precio desestabiliza su accionar.

El consumo percápita de papa en el Ecuador es de 30 Kg al año, es decir que comemos este tubérculo en promedio 5 libras mensuales por persona, mientras que en Perú es de 11 libras mes y en Bolivia 14.

Como ayudar al productor? Pues en primer lugar adquiriendo productos de la localidad, Chimborazo produce el 27% del total de producción del país, Carchi el 23% mientras que Tungurahua ocupa un honroso quinto lugar con el 7%; además a las cadenas de comida rápida deberían establecerles cuotas de consumo local y evitar la compra de la importada en un alto porcentaje.

Varias pueden ser las alternativas de solución, pero la principal opción considero que debe ser la planificación de productores, que al contar con asociaciones podrían clarificar la demanda del producto en el año y evitar colapsos económicos ¡sé que es difícil! pero no imposible lograr la comunión de ideas de apoyo mutuo para un fin que generará estabilidad en su sector. (O)

 

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