La Nueva Pobreza / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

Cundo hablamos de pobreza la vida nos horroriza, nos aterra y nos espeluzna, cuando escribimos y vivimos en un país la nueva pobreza sentimos un grave problema de pauperización sufrido que no solo implica la miseria económica, sino que ataca a los valores, la ética y la moral en toda su expresión. Esa es la nueva pobreza.

La nueva pobreza es una pobreza estructural, crónica, progresiva y a veces irreversible que aparte de sus particularidades generan una propia experiencia de empobrecimiento, sus estrategias adaptativas del grupo social mediante la utilización de la cultura, la espiritualidad, la moral y la ciencia.
La nueva pobreza que concluye con catastróficas y profundas transformaciones sociales y políticas acaecidas en el pueblo que lo permite y que lo alcahuetea con su silencio democrático.
Los conceptos de “nueva pobreza” y el “nuevo pobre” representan una grave distorsión social de la conceptualización y de la progresiva pauperización de la sociedad y sus valores. Ser pobres de valores, de ética, de cultura y de política.

Las características particulares del nuevo grupo empobrecido, del nuevo pobre de América latina, ciego, sordo y mudo de su propia realidad que lo empuja a los basureros a competir con los perros y las ratas de alcantarilla por un pedazo pan podrido por la miseria.

Una nueva pobreza, en la que la sociedad sobrevive en la corrupción, corruptela, demagogia, desempleo, analfabetismo, prostitución, inmigrantes, emigrantes y politiqueros delincuentes denunciados, pero sin sentencia. Con grandes imperios monetarios fuera del país mientras el pueblo agoniza sin educación ni salud, pero llenos y pletóricos de revolución.

La nueva pobreza, esa pobreza que se acerca a las clases medias y estrangula lenta y progresivamente a los profesionales de la construcción, de la agricultura, la jurisprudencia, la medicina y a los estudiantes, a quienes los convierte en seres inanimados y apato abúlicos sobre su realidad y la realidad de la sociedad que cada vez los hunde en el alcohol, las drogas y la corrupción.

La pobreza que profundiza la miseria de las clases obreras desplazadas por la reestructuración
industrial en las urbes; pobreza que persigue la suerte de los sectores menos calificados y más segregados desde el punto de vista social y geopolítico. Una pobreza que va más allá de la pobreza económica y que aruña la penuria, la drogadicción, la pérdida de valores, la inmoralidad, el soborno, el cohecho, el discurso politiquero, la lucha por el poder, la tiranía, el despotismo y el subdesarrollo. (O)

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