La cuarta revolución Industrial / Ec. Mg. Diego Proaño

Columnistas, Opinión

 

 

Definitivamente la economía local, nacional y mundial, está asistiendo a la denominada Cuarta Revolución Industrial, luego de algunos procesos históricos como los de 1750 hasta 1840 en donde se inició en Gran Bretaña y luego se extendió a Europa Occidental y América del Norte, la primera revolución industrial con el paso de una economía incipiente rural hacia una urbana de industrialización, reducción de tiempos de producción e incremento de ingresos de sus habitantes, para pasar a la Segunda Revolución Industrial entre 1850 y 1870, con el desarrollo de la industria química, electricidad, innovación técnica y científica, petróleo, acero, automóvil y avión, que cambiaron la industria en el mundo, hasta pasar en nuestra era, por la llamada Tercera Revolución Industrial a inicios de este siglo con la revolución científica y tecnológica, nuevas tecnologías de las comunicaciones, nuevos sistemas de generación de energía, uso de internet, energías renovables, pilas de hidrogeno, vehículos eléctrico e híbridos, para comenzar a vivir la denominada Cuarta Revolución Industrial en estos días.

 

En que consiste esta famosa cuarta revolución industrial, simplemente para decirlo fácil, es la era de la digitalización al máximo nivel, con la ayuda de horarios adaptables e incluso desde casa, en tiempo real, la migración a ciudades, el calentamiento global, la volatilidad geopolítica, los millennials, el trabajo juvenil, el internet móvil, la nube, los macro datos, la economía compartida, la impresión 3 D, etc, en donde y de acuerdo al estudio del Foro Económico Mundial (WEF) con la vigencia de esta cuarta revolución, se perdería 7.1 millones de empleos en el mundo, básicamente en actividades de oficina, administrativas y de manufactura, empero permitirá la creación de nuevos empleos siempre y cuando las habilidades y destrezas del empleado se especialicen en actividades de la tecnologías de la información, arquitectura, ingenierías, matemáticas, medio ambiente, ecología. Estos resultados dejan al descubierto que se perderán más empleos de los que se crearan, por tanto el emprendimiento, innovación y especialización serán las herramientas de subsistencia en un mercado laboral cada vez más exigente, aquí y en el mundo. Solo para conocer lo que está sucediendo, un niño de 10 años de edad de hoy, tiene más información a su alcance, que un Presidente de la República de hace 10 años.

 

En el caso ecuatoriano, la propagación científica y tecnológica de la cuarta revolución industrial ya ha encontrado terreno fértil en actividades como la electrónica, informática, industria, producción, por ello nuestras empresas y sobre todo quienes buscan o se encuentran en el mercado laboral, requieren más competencias cada día, para asegurar su permanencia en los sitios de trabajo, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos INEC, a junio de este año, existen 330.097 desempleados en todo el país, más 1´544.373 subempleados, que en honor a la verdad, son desempleados potenciales, por lo tanto buscar opciones de oferta de empleo desde el sector privado será el antídoto para el cumplimiento de la oferta de campaña del actual Presidente de la Republica  por dotar de suficientes empleos para quienes están desempleados o subempleados y que totalizan casi 1´900.000 personas.

 

De acuerdo a la teoría económica, comprobada científicamente por un Premio Nobel, para que los gobiernos disminuyan el desempleo en un punto porcentual, es necesario que se incremente en dos puntos porcentuales su Producto Interno Bruto PIB, este teorema económico aplicado a la realidad de Ecuador, significaría que además de los 104.000 millones de usd que según previsiones del Banco Central, producirá este año, debe incrementar la producción nacional 2.080 millones de usd más, para con esta acción, se aumente fuentes de trabajo en unas 80.500 más, que serán ocupadas por desempleados o subempleados. Incentivar a que se pongan en ejecución nuevos emprendimientos, innovaciones, proyectos con recursos nacionales o extranjeros es importante, por ello crear un ambiente de inversión adecuado, con política pública clara en lo laboral, societario, seguridad social, crediticio, con índices de riesgo País bajos, con tasas de interés aceptables, con una presión tributaria menor, con un mercado externo abierto para adhesiones, convenios, tratados, acuerdos. El lobbying  que se lleva a delante para atraer inversión extranjera está dando los primeros frutos, el tratado comercial con EFTA /European Free Trade Association) conformado por 10 países, con la Alianza del Pacifico (México, Colombia, Perú, Chile) y el anuncio para futura adhesión a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) cuya conformación están 34 países desarrollados del mundo, será bueno, porque solo esto nos permitirá sacar adelante la economía nacional y sobre todo caminar a la par empresas, familias y gobierno dentro de la Cuarta Revolución Industrial. (O)

 

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