Kléver Silva Zaldumbide / Los iones negativos

Columnistas, Opinión

 

MEDICINA INTEGRATIVA ORIENTAL

¿Qué hace que podamos parpadear, movernos, mirar, pensar, sentir, poseer tantas facultades motoras y sensoriales? ¿Qué hace que nuestro sistema inmunológico, nuestro metabolismo, nuestras emociones funcionen adecuadamente de acuerdo a las necesidades de cada circunstancia en nuestra vida? La vida no es más que una infinita e inteligente interacción de energías electromagnéticas mediadas por sustancias químicas. Tenemos varias fuentes que nos proporcionan ésta que, si sabemos la importancia y la fuente de cada una de ellas, les daremos el cuidado que merecen. La “calidad electromagnética” determina nuestra salud, vitalidad, equilibrio emocional, longevidad e incluso el éxito en la vida. También gobierna marcadores biológicos como: la capacidad aeróbica, niveles de antioxidantes, umbral auditivo, presión sanguínea, regulación de la glicemia, densidad ósea, niveles de lípidos y colesterol, niveles hormonales, función inmunológica, actividad metabólica, masa muscular, fuerza muscular, espesor de la piel, regulación de la temperatura, etc. Las fuentes de esta energía electromagnética están en nuestro entorno, cuerpos cósmicos, el campo magnético terrestre, el sol, la luna, etc. La tecnología no sólo ha traído progreso, también ha generado emisiones muy nocivas para la vida por las cercanías del campo emisor (cables de alta tensión, microondas, frigoríficos, televisores, ordenadores, celulares, etc.) La capacidad energética del aire es directamente proporcional a la polaridad que tenga. La relación entre iones cargados negativamente y positivamente debe ser lo mayor posible (~ 3 en el campo o montaña y ~ 1/500 en ciudad, es decir ~1500 veces peor). Los iones cargados negativamente se originan a partir de la interacción entre el aire y las radiaciones cósmicas (radiación solar de onda corta) contrariamente a los iones cargados positivamente fruto de la radiación derivada de la contaminación de productos químicos volátiles en el aire (moléculas grandes, pesadas e inertes). Cuando hay pocos iones cargados negativamente aumentan las posibilidades de infecciones, alergias, letargos y problemas emocionales como depresión o ansiedad. La pérdida de electricidad estática del aire nos hace más vulnerables. Otras fuentes de iones cargados negativamente son producto del choque de moléculas de agua durante la lluvia, olas o cascadas (efecto Lenar). Los iones negativos son los que nos dan esta sensación de frescor después de la lluvia y en general interactúan, aunque de forma imperceptible, en nuestro metabolismo o en nuestro estado de ánimo, sobre todo a través de la respiración. Otra fuente es el viento, la función clorofílica de las plantas o el uso de aparatos ionizadores de aire (efecto corona). Un concepto importante es el de gradiente de potencial voltios / metro del ambiente que condiciona el campo electromagnético de una área determinada. El potencial es mucho menor en la ciudad y sobretodo en sitios cerrados, donde se puede sufrir un “efecto llanura” análogo al agua estancada. En el campo el aire tiene mucha energía. Por todo esto, más que un tratamiento, la ACUPUNTURA es considerada también como un plan preventivo de regulación electromagnética, ya que su objetivo básico es modular la estructura y dinámica del organismo produciendo resultados más profundos y estables antes que la sola corrección de síntomas.

 

 

 

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