Justicia Indígena  / Editorial

Editorial, Opinión

 

Las comunidades indígenas mantienen  varias de sus costumbres ancestrales que las consideran beneficiosas para la convivencia pacífica entre sus miembros. Sometidos a los principios de no robar, no mentir, no ser ociosos  deben actuar todos los integrantes de estos importantes sectores de la población, sin quebrantarlos en modo alguno porque perjudican a sus semejantes.

La Constitución Política del Ecuador reconoce este principio ancestral indígena y  respeta  la aplicación de su Justicia, cuyo objetivo es la convivencia respetuosa y pacífica de los pueblos, dentro del respeto irrestricto  de los derechos naturales propios de todo ser humano, que no pueden ni deber ser vulnerados en su esencia y naturaleza intrínseca por autoridad alguna por más poderosa que se considere.

En los últimos días se produjeron hechos incompatibles con los principios a que nos hemos referido.  Tres jóvenes fueron sorprendidos en el robo animales en la Comunidad Salasaca,  para venderlos y utilizar los dineros en la compra y consumo de  droga, a la que eran adictos.  Esta acción de los jóvenes aprehendidos es inaceptable, por lo cual recibieron la “purificación” con el ortigamiento de su cuerpo y el baño en las gélidas aguas del río Pachanlica. Es un precedente saludable para que se alejen del vicio. Además, obligaron al trabajo de la tierra durante quince días.

Lo importante es evitar los excesos para que no acontezca la muerte como en otro lugar del país. Respetando los derechos naturales de la gente que se aplique la Justicia indígena. (O)

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