Imbabura, incomparable destino turístico / Alfredo Silva

Columnistas, Opinión

 

La provincia de lmbabura, desde el nudo de Mojanda Cajas, límite natural con la provincia de Pichincha, por el sur, hasta la población de El Juncal, límite con la provincia del Carchi, por el norte, encierra una variedad de atractivos turísticos naturales y culturales. Sus montañas, valles, lagunas, altiplanos y las comunidades aborígenes, que conservan su cultura; hacen que la provincia, sea un lugar de permanente visita.

Comienza por una carretera bordeada de grandes y centenarios árboles de eucalipto, para luego de un breve recorrido, llegar al sitio turístico «Mira Lago», ubicado al lado derecho de la vía. Desde ese lugar, se tiene una espectacular vista del hermoso y dilatado lago San Pablo, de algunos pueblos vecinos y de la montaña que dió el nombre a la provincia.

Se continúa y después de algunos minutos se arriba a la ciudad de Otavalo, donde es obligada la visita de «La Plaza de los Ponchos»; es un emporio artesanal, de artículos elaborados por los hábiles trabajadores nativos. Cerca esta la cascada de Peguche, un asombroso salto, que se muestra entre un brondoso bosque de altos eucaliptos.
La ruta turística sigue por la ciudad de Cotacachi; un bonito pueblo, que presenta la cultura de sus comunidades aborígenes. En el centro de la urbe, sus numerosos almacenes de varios artículos de cuero, llaman la atención por su confección, calidad y colorido. A unos pocos kilómetros, se halla la más bella laguna del Ecuador; Cuicocha, que se destaca por sus dos islotes separados por «El Canal del Ensueño», y por el entorno montañoso, culminado por la impresionante montaña llamada Cotacachi.
Retorna la carretera Panamericana y se dirige a la población de Atuntaquí, otra ciudad para compras, en sus numerosos almacenes, de variadas prendas de vestir y textiles; como sus propietarios son productores, los precios son bajos. Sigue y a su lado derecho, esta San Antonio de lbarra; es un simpático pueblito de artistas, escultores y pintores, que ofrecen sus preciosas obras, en algunos talleres que rodean el parque de la población.

Luego, en un enorme y radiante altiplano, se contempla lbarra, «La Ciudad a la que siempre se vuelve». Su carismática urbe, con calles adoquinadas, casas de piedra, modernas edificaciones, parques, avenidas e iglesias, son dignas de conocerlas. Pasando el río Tahuando, esta la legendaria laguna de Yahuarcocha, rodeada de un autódromo y montañas, que hacen más atractiva la fabulosa zona.

En la provincia de lmbabura, también puede degustar la rica comida de su singular gastronomía; en Otavalo, variada comida tlplca: en Cotacachi, las carnes coloradas y la sabrosa chicha de jora; en Atuntaquí, las famosas fritadas; en Chaltura, los apetitosos cuyes sacios y en lbarra, los helados de paila, las nogadas, el arrope y otras deliciosas golosinas. (O)

 

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