IESS en terapia intensiva / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión



Abrir atención médica gratuita desde 2008 a cónyuges e hijos de afiliados sin un estudio técnico de sostenibilidad financiera, que además debió cubrir esta prestación de manera obligatoria y constitucional el Estado, a través del sistema de salud pública del Ministerio de Salud o, cancelando la proporción invertida al IESS por costo de atención médica, hizo que haya 3’200.000 aportantes, para atender a 6’000.000 de beneficiarios, es decir aportaba una persona, pero se atendía a dos. Hacer que el Directorio del IESS (presidido por el representante del Presidente de la Republica) adquiera todos los bonos del Estado, qué sacaba a los mercados el gobierno desde 2010 a 2015 y concentre el riesgo, no diversifique inversiones del dinero de afiliados y jubilados y utilice al Seguro como su caja chica.

Que en 2015 mágicamente el Directorio del IESS, decida eliminar de la contabilidad institucional el aporte estatal obligatorio constitucionalmente del 40% para capitalizar el fondo de pensiones junto con los aporte de afiliados y patronos y le quite al IESS la opción de acumular 6.000 millones de USD (5.200 aportes de tres años, más 800 millones intereses no generados de ese capital). Más el retraso en el pago de 2019 y 2020 que le corresponde hacer al actual gobierno al Seguro Social por el 40% de aportación constitucional restituido en papeles (3.000 millones usd). Más la desafiliación de 200.000 ecuatorianos desempleados durante la COVID 19 que ya no aportan ellos ni sus patronos (al menos 50 millones al mes) al Seguro.

Si le sumamos, los sobreprecios de hasta el 9000% (según el Contralor del Estado) en las compras públicas en insumos médicos en hospitales IESS,, antes y durante la pandemia que se roba la corrupción. Más el incremento sistemático de cartera vencida en créditos quirografarios e hipotecarios en el BIESS por caída de empleo de deudores durante los últimos años. Más la politización de la seguridad social y manejo del Seguro por gente sin conocimiento de un sistema de pensiones, cálculo actuarial, inversiones, riesgos y administración de fondos, da como resultados una grave situación de la sostenibilidad de la seguridad social en Ecuador.

Lo peor de todo es que no hay un solo responsable ni culpable de estas arbitrariedades, horrores y errores. Un sistema de seguridad social se fortalece con el aporte de afiliados, patronos, gobierno y los rendimientos de estos aportes, por tanto no solo se debe cuidar que haya suficiente liquidez en el momento, sino y sobre todo a futuro, para poder dar las prestaciones médicas, de créditos y pago de pensiones a quienes se van jubilando. Lamentablemente a algún “gurú” se le ocurrió decir que el IESS no necesita aportes del Estado y de un plumazo se eliminó de las obligaciones, ahora las consecuencias. (O)


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