Historia y fe religiosa pedurará

Ciudad

En el altar mayor de la iglesia de Chiquicahua es el sitio exacto de la aparición de la Virgen. (Foto El Heraldo)


La aparición de la Virgen en el sector de Chiquicahua hace 223 años concitó la presencia de cientos de feligreses que como es costumbre, se reunieron para ser partícipes de la peregrinación y la misa el uno de febrero del año en curso.

El amor y confianza por la Madre del Cielo es muy grande, ya que las familias que asistieron al acto de fe llevaron en su caminar la imagen de la Virgen en un cuadro hasta ingresar con ella en el templo.

El acto litúrgico celebró el párroco de Pilahuín José Raza en la iglesia donde se conoce fue el sitio de la aparición, siendo el altar mayor el lugar exacto donde estuvo la Virgen ante los ojos del indígena Juan Chacarín.

Antiguamente Chiquicahua fue una hacienda y, actualmente es un sector parcelado y comunitario. Durante una década los priostes y feligreses han colaborado para alabar la magnífica iglesia complementándose con el aporte económico de la Curia de Ambato por medio de proyectos, explicó el  padre Ángel Aucapiña, párroco y rector del santuario y basílica menor de  Nuestra Señora de la Elevación de Santa Rosa.

Durante el desarrollo del acto litúrgico se bendijo la figura de Cristo que fue por donación. Como parte de la misa se contó con niños y adolescentes que danzaron alegremente para tan especial ocasión.

Para la feligrés Lucila Toaza, este es el gran acto de fe que todo cristiano realiza al visitar a la Santísima Virgen. Ella lo ha hecho por años con inmensa alegría y ha sido agradecida por la salud. Actualmente, ella tiene 80 años de edad y trabaja con alegría en la planta baja del Mercado Central de Ambato en el puesto 178  vendiendo el delicioso pan de Santa Rosa. (I)

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