Habilidad textil se desarrolla en Quisapincha

Interculturalidad
Variedad de ternos y chaquetas se confeccionan en Quisapincha. (Foto El Heraldo)

Luis Pilapanta es uno de los artesanos que por nueve años está inmerso en la confección de ternos, pantalones, chalecos, abrigos, blazer y chaquetas para niños, jóvenes y adultos.

Su taller está ubicado en el barrio El Calvario, calles Celiano Zurita y Loma 1, a dos cuadras del Parque Central de Quisapincha. Las prendas que elabora don Luis tienen su marca registrada como ‘Creaciones Pilapanta’.

“Todo lo que hago va con mi propia etiqueta; es decir, no hay opción a copia, pues, mi producto es de calidad y garantizado”, dice don Luis.

Las más altas exigencias del cliente son satisfechas con la fabricación de ternos que están entre los mejores del país, recalca.

Los costos son accesibles, debido a que es productor directo. Una chaqueta bordea los 30 dólares. Todo depende de la calidad de la tela.

‘Creaciones Pilapanta’ llega con sus productos textiles a Quito, Latacunga, Ambato, Riobamba, entre otras ciudades.

Hizo el llamado a la población a comprar prendas nacionales que son elaboradas por manos ecuatorianas. Eso garantiza durabilidad.

Empresas públicas o privadas que deseen confeccionar sus uniformes lo pueden hacer en este local con raíces indígenas de Quisapincha. Mayor información puede acceder en las redes sociales con ‘Creaciones Pilapanta’.

El término “Quisapincha” procede de los vocablos quichuas: “Quimsa” = Tres y “Punlla” = Días; esto quiere decir: “Tres días”.

Tres días es lo que se tardaba para llegar a Quito desde Quisapincha o viceversa. Por este lugar pasó Pedro de Alvarado en el año de 1492 en su camino a la conquista del Reino de Quito y fue aquí donde acampó con sus acompañantes.

Quisapincha es el asentamiento más antiguo de Ambato. Los Kisapinchas eran dueños de los terrenos donde hoy se sitúa la ciudad. Debido a la gran posesión de tierras, los kisapinchas tenían comida suficiente para poder subsistir y eso hacía que fueran más resistentes con respecto a las demás civilizaciones como los Salasacas o Chibuleos.

El terremoto de 1698 destruyó buena parte de la zona centro sur y los colonizadores aprovecharon esta ocasión para expropiar los terrenos a los kisapinchas.

La actitud de los colonizadores causaron “huidas forzosas” de nuestros antecesores desde donde hoy es Ambato hasta Quisapincha, en la actualidad.

Por el siglo XVII, los kisapinchas toman para sí los terrenos altos y forman allí el poblado, con una primera iglesia denominada San Antonio de Quisapincha.

En 1732 la prominencia eclesiástica de la parroquia se efectivizó teniendo como santo patrono a San Antonio de Padua, al parecer en la segunda mitad del siglo se contaba con buen templo mayor. (I)

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