Gracias tri/ Hernán Marcelo Guerrero

Columnistas, Opinión

La emoción de volver a mirar a Ecuador jugar un mundial fue indescriptible. Un grupo de muchachos, a lo largo de varios meses, trabajaron con la mirada en clasificar al mundial  de Catar 2022, bajo el mando de un ser humano excepcional, el profesor argentino Gustavo Alfaro. Como olvidar las goleadas a Colombia o Uruguay. Estos partidos de eliminatoria, jugados en medio de una pandemia garantizaban un futuro prometedor.

Que alegría fue escuchar nuevamente el himno de nuestro país en tierras árabes. Los periodistas deportivos hablaban de una época dorada de la tricolor. Es que Ecuador fue la tercera escuadra más joven del mundial. De pronto el nerviosismo nos jugó una mala pasada en el último partido, pero qué se le puede hacer. Así es el rey de los deportes.

Y con una nueva mentalidad la Tri sin complejos, con determinación y trabajo, se pudo llegar, solo nos faltó un poquito de experiencia, un poquito más para mantener la concentración, sacar provecho de la ventaja y utilizar el impulso para alcanzar la meta. Nuestra Tri; que poco a poco nos fue enamorando y convenciendo, esta selección que no le debe nada a la historia, pero nos reta a repensarnos y reinventarnos. Causó tristeza ver a nuestros muchachos tirados en el medio de la cancha, con sus ojos llenos de lágrimas. Estuvimos a pocos minutos de escribir una nueva historia, pero el destino fue otro.

El mundial de la Tri es especial porque nos muestra que, con determinación, esfuerzo y confianza podemos romper la historia, ser los primeros en derrotar al anfitrión o superar cualquier reto que nos venga de frente para construir nuestro propio camino; acelerar el ritmo y superar al que llega precedido con la etiqueta de ganador.

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