Fiestas de Ambato generan ingresos para ciertos sectores

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La diversidad de programas gratuitos atrajo a los visitantes. (Foto El Heraldo)

Hoteles y restaurantes son los beneficiados con el movimiento que produce la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF). El resto de negocios preferimos cerrar en esos días, manifestó el propietario de Joyería ‘Selenita’, Manuel Eduardo Cruz.

“En mi caso atendí normalmente, pero no vendí nada. Antes llegaba el turista que le agradaba gastar, pero hoy solo vienen con lo justo para asistir a determinados eventos”, añadió.

A esto se agrega que el comercio informal y el juego con espumante se han apropiado de las fiestas, lo cual incentiva a que varios negocios no abran sus puertas.

Esta opinión es compartida por Elsa Coca, dueña del local ‘Aroma y Café’, quien aseguró que la baja en las ventas viene hace tres años.

“Ya no resulta abrir en los días principales de las fiestas. El domingo y lunes prefiero no atender, porque se observa fácilmente que la gente no ingresa a los locales formales, sino compra al comerciante informal”, dijo.

Para el director ejecutivo de la Cámara de Turismo de Tungurahua, Eduardo Calvache, la ocupación hotelera llenó las expectativas tomando en consideración que se organizaron programas que atrajeron a los visitantes.

“Sí hubo afluencia de turistas en los hoteles. El índice se mantiene. Se observó gente de la Costa, Sierra, Oriente y extranjeros”, mencionó Calvache.

Coincide en que a las fiestas ya no llega el turista que gasta, debido a la situación económica del país, lo cual se siente en todos los sectores.

Aseguró que a la FFF le falta seguridad, control en la venta de espumante y prohibir el juego de carnaval con agua.

Por su parte, Diego Mosquera, presidente de la Cámara de Comercio de Ambato, las fiestas tuvieron aspectos positivos y negativos.

Los positivos tienen que ver con los hoteles que estuvieron casi ocupadas las habitaciones, el Circuito de las Flores y los eventos musicales en la explanada del Municipio.

En cuanto a lo negativo comparte la invasión de los comerciantes informales. El desorden fue evidente en las calles céntricas.

La agresión con espumante fue exagerada. Algo parecido fue el problema de la basura, añadió.

No obstante, Mosquera afirmó que sí hubo reactivación económica. Las fiestas produjeron recursos que favoreció  a varios emprendedores y empresarios. 

La Cámara de Comercio aportó a través de las vitrinas comerciales engalanadas. Participaron más de 100 establecimientos. (I)

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