Estrenando Autoridades / Washington Montaño

Columnistas, Opinión


La posesión de las nuevas autoridades del cantón y provincia, son motivo de esperanza ciudadana. Hay varias obras iniciadas, que se deberán terminar, fiscalizar y recibir para el beneplácito social. Reorganizar los departamentos públicos y reorientar la prestación de servicios, es cuestión administrativa.

El tono halagador de los discursos, con diferentes timbres de voz, han manifestado lo que van a hacer por la ciudad y provincia. De manera tradicional se ha estilado dar a todo gobernante cien días para evaluar el inicio de su gestión, tomando como indicadores las obras o el mejoramiento de los servicios. Pero las obras no se detienen ni se realizan bajo el nombre de determinada autoridad, sino que continúan. Lo que alguien inicia, otro lo inaugura, pues para eso los elegimos, los reelegimos; para que proyecten, planifiquen, ejecuten obras y mejoren servicios… y también, ya no les elegimos para que continúen con sus obras.

Entonces, considero que los cien días, no son un indicador de gestión, porque las nuevas autoridades ya reciben proyectos, obras en ejecución, financiamientos, convenios, ya hay préstamos y deudas adquiridas, que siguen su curso normal, porque no se heredan solo los beneficios, sino también las deudas y los problemas institucionales, rubros que terminamos pagando los contribuyentes.

Pero hay problemas, casi endémicos: delincuencia dentro y alrededor de todos los mercados, prostitución, desorden causado por el comercio ambulante, caos vehicular, suciedad de calles, plazas que claman por mantenimiento, parques convertidos en dormitorios de extranjeros y mal vivientes; mendicidad de adultos, indígenas, discapacitados en las veredas, niños niñas vendiendo o pidiendo limosna, malabaristas callejeros y ahora extranjeros con cartel.

Las autoridades que ingresan, saben a la perfección de estos males sociales y entendemos que tienen un plan A y B para enfrentarlos. Pero si hacen que el cabildeo político, prevalezca por sobre los intereses de la ciudad, quiere decir que Alcalde, Prefecto y Concejales, trabajarán en base a su permanente candidatura.

Como complemento de estas autoridades y bajo el criterio que son “puestos de libre remoción “, ingresan también las cuotas políticas con profesionales que aportan, pero también hay personas demasiado novatas, que terminan perjudicando a la misma administración, porque de política pública, never. Y el creer que fue un buen funcionario y que merece seguir en el cargo, es la equivocación más grave que podrían cometer. Los conceptos de fidelidad, confianza, delicadeza y celo profesional, no cambian de la noche a la mañana, porque el corazoncito siempre chuta para el lado del conocido agradecido, aunque sea “por última vez”. Hay modelos administrativos que se mantienen por ser conocidos, otros que se copian por los buenos resultados obtenidos, pero existen administraciones, que se ejecutan por ser generados de experiencias originales.   

Estimadas autoridades, esta ciudad se auto dirige desde hace mucho tiempo atrás. Hay policías municipales que se pasan parados en las esquinas de mercados, plazas, calles; sacándose la madre en los celulares; uno que otro agente de tránsito por allí, medio, medio, hace la tarea, pero después desaparecen. El tránsito vehicular es incontrolable, hay veredas y calles convertidas en estacionamientos y terreno de uso y abuso de comercios, furgonetas escolares, taxistas trasnochados, restaurantes, auto lujos, venta de llantas…

Bien venidos a la palestra del servicio público, queremos que les vaya bien, para reelegirles…(O)

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