¿Es posible el retorno de Correa? / Andrés Jaramillo Torres

Columnistas, Opinión

Por el momento, Rafael Correa no quiere regresar a Ecuador. Él sabe perfectamente que el instante en el que pise territorio ecuatoriano, sería detenido por la fuerza pública para trasladarlo a cumplir la pena de prisión dictada en su contra por delito de cohecho en el caso Sobornos. 

Sin embargo, es evidente que si Arauz llegare a la presidencia, Correa no se conformaría con ser su asesor político desde Bélgica, sino que buscaría regresar a Ecuador para continuar con su plan de gobierno por cuenta propia. Por ello, muchos de nosotros nos preguntamos: si Arauz llega a la presidencia, ¿Cómo va a hacer para que Correa pueda volver a Ecuador sin cumplir la pena de prisión que le corresponde?

Es verdad que existe una institución del derecho, denominada indulto presidencial, que permite al presidente de la república extinguir la pena de alguien que ha sido declarado culpable. Sin embargo, existen dos requisitos imprescindibles para que la misma opere. El primero, que la persona a quien se le concede el indulto estécumpliendo su pena, y el segundo, que la persona a quien se le otorgue el indulto mantenga buena conducta en la fase de ejecución de la misma. Debido a que Correa se encuentra prófugo de la justicia y su pena no se está ejecutando, su caso no cumple con ninguno de los dos requisitos esenciales del indulto.

Si se quiere que la figura del indulto opere y se extinga  la pena de prisión de Correa, ineludiblemente tendrá que regresar a Ecuador y ser dirigido a un centro de privación de libertad para cumplir parte de su pena. Sin embargo, la ley no establece cuánto tiempo se debe cumplir la pena previo a poder ser indultado. Este vacío normativo abre la puerta para que Correa cumpla la pena de prisión con buena conducta durante un  segundo, un minuto, una hora o un día, a lo mucho, antes de que Arauz pueda extinguir su condena. Esta situación, llevada al extremo, desnaturaliza por completo la razón de ser de la institución del indulto, en la que nunca debería la función ejecutiva autoindultarse. 

Sin embargo, Correa sigue sosteniendo que es inocente y que no requiere someterse a la figura del indulto. ¿Existe otro mecanismo para que Correa se libere de su actual responsabilidad penal y pueda regresar al Ecuador como si nada hubiese pasado? Sobre este tema abordaré en una próxima entrega. 

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