Entre El Cisne Negro y la Insensatez / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión


El Filósofo libanés Nassim Taleb, escribió su libro Cisne Negro: el impacto de lo altamente improbable,en el cual manifiesta que el mundo está dominado por lo extremo, lo desconocido y lo improbable.

Tomando como ejemplo el fenómeno que nos azota, en realidad ni en sueños pudimos imaginar el aparecimiento de esta pandemia y mucho menos que nos iba a desnudar como sociedad. Entonces estamos hablando de un Cisne Negro.

Para aclarar el tema, un evento es considerado como un Cisne Negro cuando básicamente reúne tres aspectos:

Que sea improbable, es decir que no se tenga ninguna certeza de que vaya a suceder

Que sea de gran impacto, es decir que tenga una afectación grande en la sociedad

Una vez que ocurre, todos intentan explicar de una manera lógica como que este fenómeno esencialmente iba suceder.

Evidentemente, el COVID es un ejemplo de Cisne Negro, pues nadie lo pudo prever,  y como ha maltratado a nuestra economía, pues la pilló con  una crisis fiscal sin precedentes; luego el abrupto descenso de los precios del petróleo, la disminución de los ingresos fiscales por el decrecimiento económico, la iliquidez de las empresas, el espantoso incremento del ejército inerme de desempleados, son efectos de un Cisne Negro que genera un escuálido panorama que sumados a la ineptidud y al escaso liderazgo del gobierno, ciertamente agrava la crisis.

Pero aquí seguimos entre el Cisne Negro y la Insensatez de un gobierno políticamente débil, generador de inconstitucionalidades pues no ha garantizado ni la salud, ni la educación, ni la seguridad social, ni el trabajo; y le saca la plata al pueblo para solucionar la crisis del Coronavirus. y le reduce el sueldo so pretexto de la reducción de la jornada laboral. Evidentemente el costo del Coronavirus y de la ineficiencia fiscal lo pagarán los de siempre.

Este Cisne Negro va dejando como consecuencia la devastación de la economía que decrecerá al menos un diez por ciento, pero lo peor es la Insensatez de un gobierno obeso que nunca estuvo preparado para salvaguardar la sostenibilidad fiscal; evidentemente el desastre económico y la enorme corrupción ya venían desde mucho antes; desde la famosa “década ganada”.

En medio de este entorno, la indignación colectiva no sabe cómo deshacerse ni del Cisne Negro, ni de la corrupción, ni de la insensatez del gobierno.

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