El último trimestre del año / Econ. Diego Proaño Córdova

Columnistas, Opinión

A inicio de año el Banco Central del Ecuador (BCE) había indicado que nuestra economía crecería el 2,8%, impulsado por la recuperación del consumo de los hogares, por una mejor expectativa del sector privado y un inminente aumento de inversión pública en infraestructura educativa, de salud y mantenimiento de la red vial estatal, sin embargo, no contaba con el paro de junio, tampoco el descenso del precio del petróleo ni el incremento del Riesgo País (1.609 puntos al 26 de septiembre). Mas bien la expectativa se mantenía por el excelente comportamiento en 2021 que creció en 4,2% superando cualquier pronostico por más optimista que sea, dado el consumo de los hogares que aumento en 10,2%, el precio del petróleo que supero la barrera de los 100 dólares el barril WTI, del incremento de las exportaciones no petroleras, así como del crecimiento importante de los sectores comercio, transporte y alojamiento y servicio de comidas.

Al aprestarnos a entrar al último trimestre del año y haberse pronunciado el BCE indicando que el primer trimestre creció nuestra economía 3,8% y el Servicio de Rentas Internas anunciar que las ventas en el país superaron los 123.000 millones de dólares entre enero y julio 2022, que significa un aumento del 15% respecto al mismo periodo 2021, la recaudación de impuestos haber superado el 129% llegando hasta julio a 11.781 millones de USD, muy por encima de los 9.163 millones de igual periodo 2021 y cada vez mas cerca de los 14.773 millones de dólares de expectativa de recaudación total hasta diciembre y que consta en el Presupuesto General del Estado 2022, hace pensar que la recuperación está en marcha. Todo esto alienta mas aun cuando la presencialidad en todos los sectores de la economía es total y la mayoría de la población ecuatoriana ya está con la vacuna de refuerzo contra COVID 19.

En este escenario y teniendo a la vista dos feriados entre octubre (lunes 10 de octubre) y noviembre (jueves 3 y viernes 4 de noviembre) más el de navidad (lunes 26 de diciembre) y fin de año, hace pensar que es posible alcanzar la expectativa de crecimiento de inicio del año, lo que nos pondría en una franca recuperación y crecimiento sostenido de la economía nacional, mejor empleo, mayor producción y consumo, falta por resolver la poca gobernabilidad y  descoordinación entre ejecutivo y legislativo, la inseguridad ciudadana y la lenta recuperación del empleo adecuado. (O)

Deja una respuesta