El insomnio, una enfermedad silenciosa / Mg. Aracely Silva Cadmen

Columnistas, Opinión

La falta de sueño es una enfermedad silenciosa, que afecta mucho ala población adulta, lo que podríaprovocar un aumento en la presión arterial y traer graves consecuencias para la saludquien padece este mal no puede tener un descanso de calidad, ya que lo más importante para una  buena noche de sueño, no es sólo la cantidad de tiempo que usted pasa en la cama, sino la calidad de sueño que está obteniendo. 

Una de las dificultades que se presentan son los episodios de apnea, que es cuando una persona está roncando y entra en un silencio de unos 10 segundos o más y luego suelta una respiración brusca, que lo hace despertar como si se estuviese ahogando. La apnea puede producir también rechinamiento de dientes o bruxismo como se le conoce, reflujo,  acidez y hasta sobrepeso.Los problemas de sueño aumentan el riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular e incluso la muerte por enfermedad cardiovascular,afecta mayormente a los hombres pasados los 40 años, a las mujeres postmenopáusicas, pero también a los niños con alergia respiratoria.En el caso de los hombres, se explica porque con el paso de los años se pierde tonicidad en los músculos y la zona de la garganta es básicamente muscular y por eso se dificulta la respiración.

Cuando una persona no descansa bien, siempre estará cansado, su capacidad de concentración disminuye, se pierde la memoria de corto plazo, disminuye la libido, entre otros problemas.Se recomienda que para dormir debemos desconectarnos del mundo, para mejorar la calidad del sueño,  haciendo cambios simples en nuestras rutinas de descanso, como son realizar actividades que lo calmen y relajen antes de acostarse, limitar las posibles distracciones, como la televisión, la computadora, el celular,  hacer  ejercicios, no comer comidas pesadas ni tome muchos líquidos antes de acostarse,  leer un libro,  escuchar música suave o darse un baño caliente, asegúrese de tener en la alcoba un ambiente adecuado y silenciosa, acostumbre a ir a la cama aproximadamente a la misma hora todas las noches,  puedes tomar un té de valeriana que se utiliza para reducir la ansiedad, o un té de manzanilla para lograr una relajación. 

Recordemos que durante el sueño se produce la hormonallamada melatonina,  que ayuda a controlar la ansiedad y el metabolismo de las grasas y carbohidratos, pero como el sueño es fragmentado no hay buena producción de hormonas y por eso la persona tiene más ganas de comer grasas y sube más de peso. Si tras haber introducido estos cambios, no se produce mejoría, se deberá pedir ayuda profesional para descartar cualquier causa fisiológica o psicológica. (O)

Deja una respuesta