El espíritu de equipo / Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión

Las disfunciones del sistema nervioso en general (central, vegetativo, periférico) como secuelas de enfermedades de causa infecciosa, parasitaria, viral, hemorrágica, isquémica, traumática, con déficit motor (hemiplejías, paraplejías, parálisis facial, parálisis cerebral, paresias, disestesias), sensitivo (dolor, sensación de quemazón, de frío intenso, comezón, hormigueo, amortiguamiento, alteraciones del gusto del olfato), espasmos, tics (contracción de ojos, muecas faciales, parpadeo rápido de ojos), ataxia (movimientos incoordinados), dismetrías, incoordinación, temblor, alteraciones del lenguaje, otras disfunciones corticales, amnesia, agnosia, apraxia, confusión, demencia, vértigo, mareos, cefalea, náuseas y vómitos, signos meníngeos, etc., de un momento a otro pueden cambiar la calidad de vida de una persona, que se sentía bien, independiente y en actividad; bruscamente se puede transformar en un paciente postrado en cama, incapaz de caminar, asearse, hablar, y de decidir qué hacer con su vida, sobreviniendo una catástrofe emocional en toda la familia.

Acupuntura forma parte de la estrategia rehabilitatoria de este tipo de pacientes, el progreso y su mejoría es ostensiblemente evidente. Cuando digo forma parte, es que me refiero a que el paciente puede haber sido ya intervenido por el neurocirujano si el caso lo ameritó, o puede estar simultáneamente con el neurólogo, el rehabilitador físico, el terapista de lenguaje, entre otros, dependiendo de los requerimientos de cada paciente.

En el mundo hay distintas escuelas médicas con conceptos de base diferentes, nuestra medicina, así como la Acupuntura, no son nada más que aspectos parciales de la medicina universal. Tenemos dos tipos de medicina que no se oponen la una a la otra, sino por el contrario, entre las dos, nos acercamos mucho más a la verdadera medicina integral. Y, por otra parte, todos los sistemas médicos tienen algo de verdad, pero sólo en la medida que demuestren su eficacia, sin lo cual carecen de valor porque la medicina es una práctica que sólo se sostiene en la obtención de buenos resultados buscando ser lo más beneficiosa e inofensiva posible.

Si queremos cotejar con el Sistema Nervioso, aunque no siempre los meridianos corresponden a las vías nerviosas, podemos concluir que la Neuroestimulación Transcutánea que se inicia al insertar finísimas agujas indoloras que actúan sobre las terminaciones nerviosas que en un lugar específico tienen menos resistencia a la acción mecánica o eléctrica empleadas, lo que facilita la entrada de las estimulaciones. Dicho acto desencadena una corriente que va por los nervios hacia el cerebro. Los nervios se forman por cadenas de neuronas en los cuales se produce una acción metabólica perfectamente determinada por los investigadores.

Dicha acción va hacia el cerebro, el cual influye y actúa según las zonas elegidas y la patología a tratar. Acción esta específica en cada punto de acupuntura de acuerdo a los efectos que busquemos en relación a una orden cerebral de alivio del dolor, restauración de fuerza, motricidad, sedación, homeostasis, equilibrio del sistema inmunológico (defensas), efecto psicorestaurativo (tranquilizante y calmante), efectos sobre la memoria, el sueño y el resto de funciones superiores. Dice un refrán: “Yo hago lo que tú no puedes y tú haces lo que yo no puedo, solos podemos hacer muy poco, unidos podemos hacer mucho y lograr grandes éxitos”. (O)

 

Medicina Integrativa Oriental

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