Café Alhambra / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión

En la ciudad de San Francisco de Quito, encontramos una cafetería que, desde 1.958, viene sirviendo a la ciudadanía con desayunos; la comida principal, de todas las que diariamente consumimos.Su nombre, lo tomó del cine que existía en el lugar.
Mantiene la misma tradición de las cafeterías de esa década; época en que estudiaba en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, de la Universidad Central del Ecuador, que en esa entonces funcionaba en la casa que fue del Presidente Eloy Alfa ro, en la calle Chile. Alrededor existían establecimientos como el café Alhambra, donde desayunábamos estudiantes, empleados, artesanos, obreros y otra gente del pueblo.

El café Alhambra, mantiene las mismas características de aquellos tiempos; buena atención, amabilidad, paciencia, buenos desayunos y precios cómodos. En la casa conocida como «Edificio Esquina de San Bias», en la avenida 10 de Agosto, está la cafetería en la que no ha pasado el tiempo.Tiene una capacidad para atender a 28 personas a la vez, con mesas para 4 personas, ubicadas a los costados y para 2 en el centro. Esta abierta 12 horas, desde la 7 de la mañana.

La cafería mantiene la misma pinta de las de antaño; en el fondo, mostrador con frascos de cristal llenos de caramelos, vitrinas para guardar bebidas gaseosas y aguas minerales, otra más pequeña, para mantener pan, quesos, mantequilla, nata. En la entrada hay una vitrina grande que contiene moncaibas, quesadillas y otras ricas golosinas.

En las paredes, existen un antiguo relój, espejo y un gran letrero que indica todo lo que vende, con sus respectivos precios. El desayuno completo tiene un valor de 2 dólares con 63 centavos y se compone de una tasa de café, en agua o leche, chocolate, pan con mantequilla o queso, 2 huevos a su gusto, pueden ser duros, tibios, pasados, en tortilla o revueltos, más un vaso grande de jugo de frutas como mora, naranjilla, guanabana, o mezclados.

También puede armar el desayuno que desee; con sanduches variados, hot dog, balón con chicharrón. diversas empanadas, humitas, quimbolitos o nata; luego paga el precio, según lo que ha consumido.

Para quienes gustan un desayuno popular, no podrían estar en un sitio mejor. Sus habituales clientes, gente de diferentes estratos sociales, tienen varias razones para volver al café Alhambra; delicioso desayuno, buen trato y ambiente acogedor. Cuando esté en la capital del país, visítelo. (O)

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