Un viaje por la carretera panamericana norte / Luis Alfredo Silva

Columnistas, Opinión


PROVINCIA DE IMBABURA. Desde el nudo de Mojanda Cajas, cordillera que atraviesa la carretera Panamericana Norte, comienza la provincia de lmbabura y los paisajes multicolores. El altiplano, levemente inclinado, permite descender hasta El Lago San Pablo que se encuentra al pie del cerro lmbabura.

El lago, conocido por los aborígenes como lmbacocha, se extiende en una amplia meseta, rodeada por verdes orillas, espigados árboles de eucalipto, abundante plantas de totora; que ponen un toque de atractivo colorido. También es impresionante El lmbabura, montaña con laderas abruptas de color gris, que contrasta con el color negro de de las rocas que existen en la cumbre.

Alrededor del lago se contemplan, bonitos pueblos tradicionales como San Pablo, Gonzales Suárez, San Rafael y Eugenio Espejo, que con sus casitas ancestrales y diversos cultivos, originan un mosaico de preciosos colores.

Más al norte esta Otavalo, una de las ciudades más visitadas del Ecuador, su gran atractivo es la espectacular y alegre feria que se realiza los días sábados, donde es indispensable visitar La Plaza de los Ponchos. Se expenden cobijas, bufandas, ponchos, sombreros, blusas, manteles, joyas, pintutas, instrumentos musicales y muchas cosas más.

La carretera continúa por la conunidad de Natabuela, para arribar a Atuntaqui; su tradicional arquitectura, sabrosa fritada, venta de vestidos especialmente de lana, por sus productores y el amable trato a los visitantes, hacen que la urbe sea «La ciudad para visitar siempre».

Continúa y pasa por el lado occidental de la parroquia de San Antonio de lbarra; pueblo de artistas escultores, que muestran algunas de sus obras, junto a la carretera. Un breve recorrido y se llega a lbarra, «La ciudad a la que siempre se vuelve”; es muy turística por sus construcciones originales, calles adoquinadas, deliciosa gastronomía y gente amable.

Se sigue rumbo al norte, pasando el puente sobre el río Tahuando y el barrio «El Olivo»; un corto trayecto y se admira la laguna de Yahuarcocha, para descender por las laderas de las montañas, desde donde se observa un valle lleno de cultivos de caña de azúcar.

La carretera va paralelamente al río Ambi, para luego cruzar por un sector que posee, a los dos lados del camino, atractvas hosterías; es Ambuquí. Sigue y llega al Juncal, una población de afroecuatorianos, cuna de muchos futbolistas profesionales. Atraviesa la población y por un largo puente en curva sobre el río Chota, arriba a la provincia del Carchi. (O)

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