El astro del fútbol y sus contradicciones / Carlos Rosero

Columnistas, Opinión

La partida del Astro del fútbol argentino ha dejado lágrimas de dolor por su partida al mas allá, tanto a sus familiares como a todos quienes admiraron su hazaña técnica en el manejo de la pelota en la cancha, transformándose en un recuerdo imposible de olvidar, porque no se puede encontrar otro de iguales características, porque cada etapa del tiempo nos regala una sorpresa que se transforma en Historia; por eso los argentinos sin distinción de clase social le consideraron un dotado de magia futbolera; las personas como seres pensantes, desde que tenemos uso de razón en forma equilibrada ordenamos la razón de nuestra la vida, siempre con miras a un futuro positivo; se dice que Maradona pertenecía a un hogar de una familia pobre y que su sueño fue ser el mejor futbolista, alcanzó su gloria desde su juventud; aquí viene el razonamiento de lo que es la vida, muchos políticos, artistas, industriales, comerciantes, científicos, deportistas, han alcanzado la gloria con esfuerzo y dedicación, algunos han servido de ejemplo para la sociedad, como los mejores ciudadanos; otros han desviado su vida en la perdición. Maradona con toda su fama y fortuna podía construir una Fundación de ayuda social para la personas pobres o haber formado una gran empresa para dar ocupación a las personas desempleadas, demostrando a los pudientes que se puede hacer patria desde otro punto de vista, gracias al deporte, en vez de transformarse en un resentido social, vanagloriándose con la amistad de tiranos dictadores, cuya acción revolucionaria han trasformado a sus pueblos en esclavos envueltos en la miseria, Maradona desperdició su vida en el libertinaje, en la droga, en vez de haber construido un hogar estable y llenar de felicidad a su familia, encontró la perdición en las mujeres, sin que les de felicidad; con un soporte económico fantástico, el pelusa del barrio, para demostrar el cariño al lugar donde nació, debía haber llevado ayuda inclusive valiéndose de las autoridades, para cambiar su estructura fisica.

Su fortuna en diversos países, se trasformará en una guerra de ambiciones, sin saber como termine. El ejemplo que nos deja, es que nunca la gloria de una persona, por más alto que se encuentre, no debe olvidar de ser una persona sencillo, humilde y humana; aceptar su gloria como verdadero obsequio de Dios. Los resentidos sociales, envanecidos por su ego, han terminado: despreciados, solos, abandonados y perseguidos por su propia conciencia. Esperemos que la vida del astro del fútbol sirva de ejemplo para los que alcanzando la gloria, se transformen en un ejemplo de honestidad y rectitud, útil a su semejantes, así se ganarán la gloria y reconocimiento de sus semejantes; a pesar de su parte negativa Maradona ha recibido el cariño no solamente de sus compatriotas sino de todos cuantos le han admiraban, que de no haber desperdiciado su vida, sería un verdadero Santo enaltecido por todos quienes aman el deporte futbolero. (O)

carospe@hotmail.es

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