El altivo ambateño / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

“De Juan Montalvo la herencia conservamos de ser rebeldes, altivos y valientes, nunca a este Ambato llegará la mala suerte” …. Se dice que el mismo 5 de agosto de 1949, luego del terremoto, a partir de las 16H00 hasta entrada la noche algunos ambateños se encontraban ofertando secos de carne, de pollo, comida en general y, que la feria del lunes no se paralizó.

La tradición del ambateño en buscar alternativas productivas, comerciales, financieras jamás se menoscabó, todo lo contrario, con más ahínco decidimos quedarnos en este suelo donde nacimos y prácticamente refundar la ciudad que fue devastada por este flagelo de la naturaleza.

Encontramos calzado, textiles, carrocerías, productos agrícolas, un sistema financiero que acoge a casi todas las instituciones del país (Bancos y Cooperativas de Ahorro y Crédito), un esquema comercial que nos permite vincular fácilmente a las ciudades del centro del país y, por supuesto al oriente ecuatoriano.

Contamos con centros de educación superior que forman a profesionales que requiere nuestra sociedad en diversas áreas, una fiesta (de la fruta y de las flores) que se constituye patrimonio cultural del Ecuador y, que permite evidenciar la hidalguía de un pueblo que no sucumbe ante avatares de la vida y que más bien demuestra el entusiasmo de los ambateños al demostrar con cánticos y bailes las bondades de nuestra tierra.

Loor a nuestro Ambato a los 70 años de haber ocurrido el terremoto del 49 y, una felicitación a la cineasta ambateña Marcela Camacho al producir un documental que narra desde un punto de vista técnico cómo ocurrió la tragedia y los motivos por los cuales no llegó la ayuda a todos los necesitados. Se dice que, con todo el apoyo enviado desde fuera del país, se hubiera podido construir otro Ambato, sin embargo, parece que la ayuda quedó en ciertas manos que enriquecieron sus bolsillos.

Se realizan en estos días diversas festividades que exhorta a la conciencia de la ambateñidad para seguir trabajando (pese a un sin número de vicisitudes que podrían presentarse), dejando de lado las quejas y resaltando la herencia de Montalvo que se resume en el Altivo Ambateño. (O)

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