El accionar de las enfermeras en las crisis / Jéssica Torres Lescano -Historiadora

Columnistas, Opinión

Este artículo es un acercamiento a la labor del personal médico, especialmente las enfermeras de la fundación de ayuda social “María Eva Duarte de Perón” durante el auxilio a las víctimas afectadas por el terremoto del 5 de agosto de 1949. Una vez enterados de la catástrofe acaecida en la Sierra Central del Ecuador, varios países del continente enviaron ayuda desde sus instituciones públicas y privadas. A las zonas afectadas llegaron vituallas, medicamentos y personal médico encargado de ofrecer los primeros auxilios a la población.

Argentina no fue la excepción al prestar su colaboración en la labor de rescate. En el periódico Crónica se señala la llegada del Doctor Luis Cantore como delegado especial de la organización Social de ayuda “Eva Duarte de Perón” (Encargado de negocios de la Argentina inspeccionará Pelileo” (17, de agosto de 1949). Mientras que, el periódico El Comercio también menciona el acompañamiento de los delegados Zamudio Tagliaferro, Vicente Cirigliano y Juan Armando Scarpati. Asimismo, el médico especializado en transfusiones de sangre que acompañó el viaje fue el doctor Emilio Carlos Gutiérrez Beruti (“Tres aviones argentinos llegaran hoy con auxilios para damnificados, 10 de agosto de 1949).

Como se ve, en varias ocasiones las noticias dejan ausentes los nombres y la agencia del personal médico mujer. Empero, la investigación histórica dialoga las fuentes escritas con las fuentes visuales y orales de la época. Rastreando los documentos disponibles encontramos abundante información para explicar la labor de las enfermeras. Este artículo pretender ser una invitación para disfrutar de uno de esos materiales gráficos. Se trata del documental titulado “Las enfermeras de Evita”. Allí podrá encontrar testimonios y fotografías inéditas de las enfermeras en los sitios afectados. En el documental podemos notar la circulación de enfermeras y médicos, la cooperación en momentos de crisis y si hilamos más fino rastrear -desde una perspectiva de género- el imaginario y representaciones de las enfermeras durante la mitad del siglo XX.

Con este artículo doy por terminado este año de investigaciones y publicaciones en el diario “El Heraldo”; agradezco el espacio en sus páginas, el acceso al archivo y la recepción del público lector. Con la firme convicción de la necesidad de impulsar la reflexión de los acontecimientos históricos en estas plataformas, no como una mera descripción sino acompañada siempre de su problematización y posibles entradas de investigación. Invito a que, a partir de ahora, en el recorrido de los espacios, en la admiración de sus paisajes, en los rostros de sus personajes y en transcurrir cotidiano de la vida, incluyamos una perspectiva histórica que motive preguntarnos el porqué de todo lo que está a nuestro alrededor. Hasta la próxima.   (O)

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