Efectos de un río enfermo

Ciudad

La contaminación del río Pachanlica, en la zona de Totoras, Picaihua, Salasaca, Chiquicha y más ha generado una profunda preocupación entre los habitantes del sector, quienes ahora enfrentan no solo daños en sus cultivos, sino también en el ganado y posibles riesgos para la salud humana.

Sidney Sánchez Aldás, habitante de la zona, alertó que en un principio la contaminación afectaba únicamente la producción agrícola, pero desde hace unos seis meses se han registrado llagas en los animales que consumen el agua del río. “Eso hizo que las familias se dieran cuenta de que el agua está seriamente contaminada. Ahora temen que también las personas se enfermen”.

Ante ello, dijo que decidió dedicar su tiempo al cultivo de frutales es un ejemplo claro de adaptación ante la problemática. Él dejó de utilizar el agua del Pachanlica cuando sus plantas de guaba comenzaron a quemarse, lo que lo llevó a depender exclusivamente del agua de lluvia y de vertientes naturales. Actualmente, ha logrado cultivar exitosamente guineo, mandarinas, guabas, guaytambos, claudias, guayaba, higo, aguacate, naranja y zapallo, todos abonados con estiércol de cuy. “Con buen abono y agua limpia, se puede lograr una producción sana y de calidad”, comentó con satisfacción.

Sin embargo, su visión va más allá de la agricultura. Como maestro jubilado, sueña con un Pachanlica descontaminado donde se pueda promover el turismo ecológico: “Me encantaría que volvamos a bañarnos en el río como antes, tener cisnes africanos, un tanque de truchas y pavos, pero necesitamos inversión y conciencia ambiental”.

Otra vecina, habitante del sector El Recreo, señala que en su zona desembocan desechos industriales provenientes de curtiembres, textileras y aguas servidas, lo que ha agravado la situación del río. “Nos hemos enfermado, el ganado tiene heridas, y todo por no tomar medidas a tiempo”, lamentó.

Vecinos relatan que, décadas atrás, el Pachanlica era un río de aguas cristalinas donde se podía nadar y pescar. Hoy, la pestilencia se percibe desde la vía a Baños, reflejando el deterioro ambiental causado por la actividad humana y la inacción de las autoridades.

La comunidad de Totoras, ahora se enfrenta a una difícil encrucijada: seguir exponiéndose a los peligros de la contaminación o buscar alternativas más sostenibles. Mientras tanto, crece el clamor por acciones urgentes que salven al Pachanlica y a las familias que dependen de él. (I)

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