Vivir sin escándalos / Editorial

Editorial


   Los barrios cada vez más han optado por organizarse de manera participativa entre vecinos y moradores, con el único fin de que su buen vivir sea respetado; es decir, teniendo tranquilidad en sus hogares.

   Lastimosamente, este deseo de vivir en paz, se ha tornado un problema, en sectores donde el abuso de licor, riñas callejeras e inseguridad, han ganado espacio, por lo que convivencia barrial se ha vuelto difícil.

   En Ficoa, así como en otros barrios, jóvenes, sobre todo menores de edad, en sus autos liban con amigos, donde irrespetan el sueño de vecinos o, a su vez, se encuentran inmersos en peleas, donde los destrozos a la propiedad privada y bienes públicos son evidentes cada fin de semana. 

   Moradores, en hora buena, a través de brigadas ciudadanas, han determinado realizar patrullajes diarios, con el único motivo de vivir tranquilos y, de cierta manera, ayudar a las autoridades de control, ya que el trabajo en unidad, fomentará más seguridad en espacios y los malcriados y revoltosos sean sancionados por escándalos públicos, hechos intolerables que irrumpen y violentan el estado pacífico.  (O)

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