Nuevas Reglas de Construcción / Editorial

Editorial

La aprobación del PUGS ha servido para atender algunas necesidades ciudadanas, entre ellas, la de ubicar la zona de tolerancia en un espacio sin asentamientos residenciales, junto al Paso Lateral. En la zona rural periférica se ha aprobado que los lotes mínimos tengan una superficie de 600 metros cuadrados. Se han identificado las arterias viales en las que podrían desarrollarse actividades de distracción como discotecas y bares.

En las vías con anchos superiores a los veinte metros se ha autorizado la construcción de edificaciones de ocho pisos, pudiendo subir a doce pisos, en terrenos con superficies mínimas de 800 metros cuadrados y pago de concesiones onerosas.

Lo que ha llamado la atención es que se haya consagrado una discriminación en perjuicio de aquellos que edifiquen en sitios donde, actualmente, existen edificios de cinco pisos. Solo se les va a permitir construir hasta cuatro pisos, de tal manera que junto a edificios de 5 pisos ya levantados, aparecerán edificaciones con un piso menos, en cuyo caso será más difícil prorratear entre los copropietarios el valor de un ascensor y de los parqueaderos.

En otras zonas distantes del centro histórico, en las que el metro cuadrado de terreno bordea en el catastro municipal los trescientos dólares, no se podrá construir hasta cinco pisos, con lo cual el valor de un departamento sería impagable para las clases medias.  De este modo, con el PUGS se desalienta la inversión inmobiliaria y la creación de fuentes de empleo.  El número de pisos debe tener alguna correspondencia con el valor de metro cuadrado de tierra para promover la inversión inmobiliaria y bajar los precios de los departamentos. 

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