Nuestros difuntos / Editorial

    Un año tuvo que pasar para que familias puedan acudir de nuevo a cementerios locales de Ambato, con motivo de visitar y rendir homenaje espiritual a seres queridos que partieron de la vida terrenal, producto de la pandemia del Covid – 19, así como por otras circunstancias. 

   Lastimosamente, la emergencia sanitaria, al ser una enfermedad nueva, puso en aprietos a doctores y científicos sin saber a qué se estaban enfrentando, obligando el cierre de camposantos, por miedo a un contagio masivo del Coronavirus, lo cual, en buena hora, se ha controlado por la vacunación ciudadana. 

   Complacencia existe en personas que podrán arreglar las tumbas de sus familiares que perecieron del mundo; la puesta de flores y otros productos, sin duda, por el Día de los Difuntos, marcará esa conexión y recuerdo de quien, en vida fuera la persona, recordada por su alegría y enseñanza.

    Si bien, físicamente, no están en nuestras vidas, se añora a la persona con gratos momentos, donde su paso por la vida, marcó un ejemplo a seguir, en términos positivos de gozo familiar, así como el trabajo diario con la familia y lo laboral.  (O)